• Redacción
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• 2004-11-01 00:00:00

Mejor en lonchas frescas y finas. Las latas y los alimentos envasados son la tentación de una sorpresa, el estímulo de la imaginación, pero en un recorrido por el Club del Gourmet, el lugar donde las papilas se regodean, donde se despierta vivo el deseo, es frente al escaparate de delicadezas “al corte”, donde todo está al alcance del capricho inmediato. En perfecto orden, con ejemplar pulcritud se tienden como un cuerno de la abundancia, espléndidas hormas de queso, embutidos curados y conservados en su punto, peces ahumados y marinados... El clima invita a amenizar la tarde en casa con una merienda, y nada mejor que acudir al conocedor para que, con mano experta, prepare unas bandejitas apetitosas. Por ejemplo, con un bacalao noruego (Gadus morhua) ahumado por Ben Fumat, jugoso, perfumado a base del delicado recuerdo de la madera. Para acompañarlo bastará un chorrito de aceite y el toque pícaro de un par de patés de aceituna, esa crema que se conoce internacionalmente como Tapenade. Los elabora La Masrojana en el Priorato tarraconense, uno de oliva arbequina, finísimo, en aceite de oliva, aromatizado de forma que evoca el campo mediterráneo. El otro es de maduras y carnosas olivas negras del bajo Aragón, cremoso, profundo. El frasco de 100 grs. cuesta respectivamente, 2,98 y 2,91 E. En otro plato, la tentación más clásica y la más indiscutible. Chacinas de excepcional calidad como el Lomo embuchado (83,90 euros el kilo) y el Chorizo (30,90 K.), de Joselito, el elaborador y los secaderos más famosos de Guijuelo. Materia prima inmejorable, cerdo ibérico de bellota, convertido en el embutido más sencillo y puro, y a la vez lujoso -el lomo en una pieza-, o aliñado y picado con sabiduría secular en forma de esa chacina tan exclusiva, tan nacional que es el chorizo, en el que deja su impronta una selección del mejor pimentón. En su punto de especias y de sal. Si se van a tomar ese mismo día, los prepararán en lonchitas finísimas a cuchillo y, envueltos en film plástico, estarán a punto por la tarde. Pero si han de esperar, conviene llevarlos en pieza, la medida necesaria, y cortarlos en el momento. La bella y la bestia Señorío de Otxaran 2003 Ondarrabi Zuri. PVP: 11,15 E. Bodega tradicional de Txacolí que data de 1929. Modernas instalaciones que, sin perder la raza, ofrecen un producto muy bien elaborado. Su frescura es indispensable para beberlo y poder disfrutarlo mejor. Prueba de ello es la fecha de embotellado que viene puesta en la contraetiqueta. Ésta es de agosto de 2003. Su excelente acidez y recuerdos de hierba fresca y fruta blanca son deliciosos para acompañar el bacalao, siempre con la prudencia del ahumado, como el elaborado por Benfumat. Pintia 2001 Tinta de Toro 100%. PVP: 21,5 E. Excepcional vino que muchos de nosotros esperábamos con ansiedad. Años de experiencia en la sublime zona de Toro donde la conocida bodega Vega Sicilia ha fijado sus mirada. El joven enólogo Javier Ausas demuestra su sabiduría, una vez más, con este soberbio tinto. Por su finura y buen hacer puede acompañar todo tipo de carnes rojas, caza, o embutido como el chorizo y lomo de Joselito, además de poderlo disfrutar solo, sin más.