- Redacción
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- 2007-06-01 00:00:00
Malteado y braseado son las dos etapas fundamentales del complejo proceso de elaboración de la cerveza. Se macera el grano, después fermenta el mosto resultante, y al final se guarda para que madure y el gas se integre. La elaboración de la cerveza especial del Club del Gourmet de El Corte Inglés aúna un siglo de respetuosa tradición artesanal con la más vanguardista tecnología. La cerveza es una antiquísima bebida que procede de grano fermentado, generalmente cebada malteada, a la que se añade la picardía amarga del lúpulo. Es alimenticia, aunque con bajo contenido en azúcar, es diurética, conserva las vitaminas y polifenoles del cereal y los fermentos; es decir, es sana y, según diversos estudios médicos, su consumo moderado reduce el riesgo de averías cardiovasculares. La que ha elegido El Corte Inglés para ponerle su sello Gourmet es una cerveza especial elaborada por Alhambra, una marca histórica que nació en 1925, en Granada, apadrinada por dos experimentados cerveceros: Bouvard y Knörr. Tiene 7º de alcohol, es de fermentación baja, y combina equilibradamente un cuerpo robusto con ligereza de paladar, es decir, plena pero fácil de beber. Es de color dorado intenso, aroma limpio, amargor franco y un postgusto con marcado carácter. Una cerveza que, por su graduación alcohólica y marcadas características no se puede considerar un refresco sino un trago que tiene su momento y su lugar. Por ejemplo, en el reciente Salón del Gourmet un grupo de catadores analizó las posibles armonías de la cerveza como acompañante de la comida y han concluido que puede ser una perfecta compañera. Los escabeches, por la acidez del vinagre, combinan tanto con cervezas ligeras como de mayor cuerpo. Los agridulces y platos especiados, como los mejicanos, requieren en la copa cervezas ligeras y frescas. Alimentos para compartir con la cerveza Los picantes, o los platos especiados con pimentón y ajo maridan con una cerveza ligera, que aguanta la agresión de estos aderezos. Las mostazas, con cervezas de gusto suave como la rubia lager. Los ahumados y marinados requieren cervezas con cuerpo como contrapunto perfecto. Las verduras amargas y permanentes como los complicados espárragos y alcachofas aguantan el pulso con cervezas de sabor intenso. Las ensaladas, aderezadas con vinagre, esas que tumban los vinos, se acomodan con cervezas ligeras y de cuerpo medio, como las carnes a la brasa y los embutidos cocidos y ahumados. En platos grasos en general o con salsas grasas como la mayonesa, es mejor una rubia ligera, porque limpia la boca. Los pescados azules, a pesar de su grasa, admiten cervezas con cierto amargor. Y una sorpresa para el paladar es que el chocolate, tan difícil de armonizar con vinos, hace muy buena pareja con cervezas densas, incluso negras.