- Redacción
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- 2017-09-11 14:03:32
No hay rincón en el Principado de Asturias que no guarde pleitesía a uno de sus Alimentos del Paraíso: el queso. Hay más de 40 variedades de quesos artesanales, cuatro de ellos con Denominación de Origen Protegida y uno con Indicación Geográfica Protegida
A sturias es monte y mar. Es prao y playa. Es reto de cúspide y sendero plácido. Asturias imprime su imagen de carreteras que zigzaguean por tierras de verde inmaculado donde pacen complacientes las vacas, por las que corretean en pandilla los rebaños de oveja, donde parece que sonríe la frisona y deambulan con calma los caballos pequeñitos que aquí llaman asturcones. Huele a lácteo, suena a cencerro de amanecer y sabe a beso cremoso de queso recién hecho. Asturias es tierra quesera. En cada pueblo que pisas encuentras una quesería, una manera artesana de elaborar y sentir una de las tradiciones más arraigadas. Sí, hay 42 variedades de quesos artesanos en todo el Principado de los cuales solo cuatro tienen Denominación de Origen y uno Indicación Geográfica Protegida. Puede que el buque insignia de Asturias sea su Cabrales (con D.O.P. desde 1981). Considerado uno de los mejores quesos del mundo, se elabora en los montes de Picos de Europa, cobijado de los fríos vientos en cuevas de montaña al natural. Desde 2003, el Queso Gamoneu también tiene el amparo de la D.O.P. Cremoso queso azul que reproduce con mimo en la zona de Cangas de Onís. De vaca, de cabra, de oveja… Huele a humo, tiene un posgusto picante y deja la boca llena de cremosidad. Hay que irse al Concejo de Caso, cerca del Parque de Redes, para descubrir otro de los grandes quesos de la provincia, el Casín (desde 2011 con D.O.P.). Aunque si surge la duda de cuál es el queso más popular y antiguo de Asturias tendríamos que probar el D.O.P. Afuega'l Pitu: cuatro variedades de diferente forma y color (Atroncau blancu, Atroncau roxu, Trapu blancu y Trapu roxu), una textura compacta y un aroma y sabor permanente. Una delicia.
A finales de 2013, el queso Los Beyos obtuvo la Indicación Geográfica Protegida. Se elabora con leche de vaca, oveja o cabra, cruda o pasterizada, sin mezclar en las querías de los concejos de Ponga y Amieva. ¿Qué mejor manera que comenzar el nuevo curso con la más tentadora armonía de quesos y tragos?
Prau Monga 2016
Viuda de Angelón
D.O.P. Sidra de Asturias
www.sidraviudaangelonpomar.es
Esta sidra natural es muy adecuada para combinarla con quesos de matices suaves y texturas cremosas. Una maduración corta de un Afuega'l Pitu Roxu (con pimentón) armoniza con los aromas limpios de manzana fresca, hierba y flores de infusión. Su ligera aguja tras el escanciado facilicta el paso del bocado estableciéndose un agradable diálogo de sabores.
Poma Áurea Brut Nature 2014
Trabanco
D.O.P. Sidra de Asturias
www.sidratrabanco.com
Elaborada a partir de las variedades de manzana Regona y Raxao. En este caso la burbuja es adquirida de forma natural. Es un gran acierto para disfrutarla con un queso azul como el Cabrales. Los potentes aromas y sabores del queso son bien recibidos por la burbuja de la sidra y su buena acidez. Es de la cosecha 2014, lo que aporta mayor complejidad en los matices.
Valdemonje 2013
Bodega Monasterio de Corias
D.O.P Cangas
Carrasquín
La rotundidad, intensidad y complejidad de un Gamonedo necesita un trago fresco y que se mantenga bien posicionado ante los envites del queso. Este vino tiene esas caracterísitcas. La frescura de sus matices de frutos del bosque, los detalles herbáceos y el tímido aporte de la crianza están en todo momento a la altura de este gran queso.
Valdedios 2015
Bodegas Mayador
D.O.P. Sidra de Asturias
Esta sidra natural filtrada destaca por su limpieza de aromas florales (camomila) y de manzana fresca. La frescura en boca marcada por los recuerdos cítricos restituye el paladar tras difrutar de la intensidad de sabores de un bocado de Casín con su toque picante, las notas de mantequilla y el ligero amargor final que prolonga las sensaciones.
Pomarina Brut 2016
Valle, Ballina y Fernández
D.O.P. Sidra de Asturias
Limpia, con notas anisadas que combinan con los detalles de manzana madura. De burbuja fina. Equilibrada en boca por su buena acidez y la delicadeza en los recuerdos propios de la sidra. ¿Su mejor armonía? Un queso como el Casín en su versión menos trabajada para que los diversos matices no sean demasiado intensos y apaguen la expresión del trago.
Sidra de Hielo 20 Manzanas
Valverán
Inspirada en las ice-ciders canadienses es recomendable disfrutarla con un queso Gamonedo. La complejidad expresada tanto en nariz como en boca y los recuerdos de manzana asada y en compota conjugan con maestría con las potentes notas del queso. En boca es una delicia cómo los detalles ahumados de los dos se funden con armonía y amplitud.
Sidra de Hielo Cortina
Cortina
En este caso hemos considerado que sería más acertado un queso azul del estilo del Cabrales. Los aromas intensos de la sidra y esa sensación punzante casi adictiva conjuga muy bien con los aromas penetrantes de frutos secos. En boca la buena acidez del trago limpia y restituye el paladar ante semejante explosión de matices, sensaciones y texturas.
Nibias Nº5 2014
Bodegas Chacón Buelta
D.O.P. Cangas
Albarín Blanco
La suavidad de aromas y sabores de un queso de vaca Los Beyos hará las delicias del que lo pruebe con este vino. Su perfil silvestre bien armonizado con el tostado de la barrica da lugar a un conjunto muy bien trazado. La corpulencia en boca y la acidez bien administrada durante el recorrido queda integrada en la sensación láctea del queso.
Val d'Ornón 2016
Sidra Menéndez
D.O.P. Sidra de Asturias
Los diversos aromas de la sidra de manzana verde, hierba fresca y algún detalle de floral es digno de probar con un bocado de Afuega'l Pitu, esta vez sin pimentón. Los matices cremosos, lácticos y el punto de acidez son magníficos acompañantes de la frescura y ligereza del trago y del toque amargo y cítrico que queda al final del recorrido.
Val de Boides 2016
Castañón
D.O.P. Sidra de Asturias
Una sidra como esta, limpia en aromas, fresca en sensaciones y bien escanciada para sacar a relucir la viveza de la ligera aguja se convierte en un trago de lo mas evocador si lo degustamos con un queso Los Beyos. Esta vez hemos optado por uno de oveja que posee mayor intensidad en aromas y sabores que se integran perfectamente en la acidez de la sidra.