- Redacción
- •
- 2017-12-12 10:16:47
Desde que en 1999 la Junta de Extremadura reconociese la D.O.P. Torta del Casar, es su Consejo Regulador el encargado de proteger su carácter excepcional y asegurar la tradicional forma de elaboración de esta auténtica delicia extremeña.
E sta delicia extremeña, monumento gastronómico imprescindible, la Torta del Casar, ese queso tan especial de corteza ligera y fina, semidura, y de cremosísima textura, es un producto absolutamente natural y elaborado mediante métodos exclusivamente tradicionales a base de leche cruda de oveja, cuajo vegetal y sal.
En el cuajo vegetal, que tiene su origen en el cardo Cynara, y en el ancestral saber hacer de los maestros queseros, es don- de reside el gran secreto de este delicioso bocado. Sabiamente manipulado por el quesero, el cuajo es el responsable de que durante la maduración, cuando la corteza de la quesada aún no se ha formado totalmente, se produzca lo que se conoce como proteólisis, por la que el queso no logra soportar su peso y se aplasta y abomba en sus bordes adoptando su típico aspecto, que a los maestros del Casar les recordaba una torta de pan, lo que les llevó a bautizar su elaboración como Torta del Casar.
Esa personalidad irrenunciable de la Torta del Casar, su incomparable textura, es tal que durante su maduración es necesario vendarla para que su pasta blanca marfileña no se derrame entre las grietas de su aún blanda corteza. Esta textura, unida a los aromas lácticos y vegetales y al sabor ligeramente salado y amargo que le transfiere el cuajo vegetal, es lo que hace de este queso algo único en el mundo.
Masía Segle XV
Rovellats
D.O.P. Cava
Xarel·lo, Macabeo, Parellada, Chardonnay
Este Brut Nature que como mínimo ha tenido una crianza de 84 meses resulta delicioso con un queso de textura cremosa e intenso sabor como este. La fina burbuja y su amplio catálogo de aromas, entre los que destacan los tostados, de fruta madura y repostería, son la clave de que esta armonía funcione perfectamente. Su frescura hace que no dejemos de disfrutar del queso.
Albarei Áine
Condes de Albarei
D.O.P. Rías Baixas
Albariño
Para armonizarlo con un blanco necesitábamos tener en cuenta dos aspectos: que fuera de una variedad aromática para que no quedase eclipsado por el queso y que mantuviera buena acidez sin perder presencia en boca. Su sabroso paladar compagina con los numerosos matices del queso. El posgusto de la armonía es toda una delicia que se prolonga sin límites.
Señorío de Guadianeja 2017
Vinícola de Castilla
D.O.P. La Mancha
Syrah
Ha sido todo un acierto optar por este tinto joven de la firma manchega. La potencia aromática del queso y el despliegue de detalles vegetales procedentes del cuajo combinan muy bien con la exuberancia frutal del vino. La amabilidad que muestra en el paladar es sin duda el mejor aliado de un queso con una enorme personalidad.
Finca La Rana 2013
Hacienda Terra D'uro
D.O.P. Toro
Tempranillo
Para probar la combinación con un vino de mayor entidad no solo queríamos que tuviera crianza en barrica, sino que además procediera de una zona poderosa. Este Toro tiene una principal virtud: su armonía. Es un vino robusto y está bien armado. Todo ello consigue entrar en sintonía con un bocado cuyas sensaciones se potencian.