- Antonio Candelas, Laura López Altares
- •
- 2018-11-08 00:00:00
La estación predilecta de melancólicos y 'gourmets' trae consigo el generoso y evocador fruto del 'árbol del pan'. Las castañas hablan con poderosa delicadeza de los montes y bosques que habitan, de su hechicero y fogoso pasado, de su candente futuro.
El origen mitológico del castaño está unido a la turbia obsesión de Júpiter por la bella y casta ninfa Nea, que formaba parte de la cohorte de Diana, diosa de la caza. Nea se resistió a la oscura pasión del enloquecido Dios de dioses y eligió perder la vida antes que la virtud. En pleno ataque de ira, Júpiter la convirtió en un árbol de frutos espinosos como recuerdo de aquel feroz (y vergonzoso) episodio: el castanea.
Su historia terrenal es algo más contradictoria, pero se sabe que fueron las legiones romanas las que extendieron el consumo de castañas por las tierras del Imperio. Aquel poderoso árbol se hizo fuerte en lugares lluviosos y sombríos, y los pobladores de aquellos bosques y montes encontraron en la castaña un generoso y energético alimento que los salvaría del hambre en tiempos de escasez, y con el que elaborarían el pan de árbol.
La castaña sabe a tierra húmeda, a profundo otoño, y es imposible entenderla sin su vinculación con el pueblo celta. El Samhain (o Año Nuevo celta), su fiesta más importante, se celebraba la noche del 31 de octubre al 1 de noviembre, momento mágico en el que las puertas al otro mundo se entreabrían, y en el que se celebraba la fertilidad de los campos al calor de un gran fuego y al inconfundible aroma de las castañas asadas. Muchos pueblos de España y Europa todavía mantienen viva la llama de aquella festividad ancestral con el magosto –recibe muchos nombres distintos–, que se suele acompañar de abundante vino.
Mernat Blanco 2017
Bodegas Tierras de Orgaz
V.T. Castilla
www.bodegastierrasdeorgaz.com
Viognier
Gran sorpresa la de este Viognier castellano por su finura, complejidad y sobre todo por el buen comportamiento con el otoñal bocado. La delicadeza de la castaña se entiende bien con los toques balsámicos de finas hierbas y matices de encurtido que ha ido adquiriendo el vino con los meses. Lo mejor de todo es su salinidad final porque potencia las virtudes del fruto.
Alceño Brut Nature Rosé
Bodegas Alceño
Sin denominación
Monastrell
¿Y por qué no probar con algo atrevido como un espumoso murciano, rosado y de Monastrell? La delicada sensación dulce de la castaña se funde con los recuerdos afrutados del vino y con los matices de flores secas. La burbuja, fina y bien integrada en el líquido, hace que en cuanto a textura se refiere nos brinde una armonía agradable y divertida.
Landaluce 2017
Bodegas Landaluce
D.O.Ca. Rioja
www.luisalegre.com
95% Tempranillo, 5% Viura
Nos han sugerido tomarlas con un vino de maceración carbónica y allá que nos hemos ido a abrir uno riojano bien acabado y con la impronta frutal y floral perfectamente definida. La experiencia ha sido interesante en cuanto a texturas se refiere. La suavidad de la castaña asada casa bien con la viveza y frescura del vino. Un sabroso acierto.
Arima 2015
Bodegas Gorka Izaguirre
D.O.P. Bizkaiko Txakolina
www.gorkaizagirre.com
Hondarrabi Zerratia
Armonizar el fruto del castaño con un vino dulce podía tornarse complicado, pero tras probar con varios hemos visto en este vendimia tardía un acompañante más que recomendable. El dulzor moderado por su viva acidez sazona los sabores de la castaña. Sin duda, una interesante combinación que va dejando recuerdos silvestres al final.