• Laura López Altares, Antonio Candelas
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• 2020-05-07 00:00:00

De la dulzura de la calabaza al amargor de la alcachofa, del verde hipnótico del romanesco (o col fractal) al rojo brillante del tomate; de la crujiente lechuga al suave calabacín. La exuberante huerta nos trae infinitos sabores, colores y texturas para experimentar en cocina... ¡con poderes curativos! 

Las huertas españolas ocultan un vibrante y colorido tesoro (a veces a la vista, otras enterrado): terrosas zanahorias, turgentes pimientos, delicados puerros, dulces calabazas, patatas todoterreno, crujientes verduras de hoja... El origen de algunas verduras y hortalizas es incierto –como la calabaza o la lechuga–, otras proceden de tierras exóticas –la berenjena de la India, los espárragos de las orillas del Tigris y el Eúfrates, la alcachofa del Antiguo Egipto o los pimientos de América del Sur–; y la gran mayoría llevan miles de años entre nosotros. Griegos y romanos intodujeron en España el cultivo del puerro, la col, la zanahoria o los espárragos; los árabes, la alcachofa o la berenjena; y las patatas, el maíz o el tomate (esa carnosa fruta con alma de hortaliza) llegaron a nuestro país con aquellas históricas travesías cargadas de productos del Nuevo Mundo.
Muchas de ellas están rodeadas de curiosas historias y leyendas: según la mitología clásica, la aguerrida alcachofa de tierno corazón nació de la maldición que lanzó un despechado Zeus a su amante Cynara (el nombre original de la alcachofa es Cynara scolymus); a Min, dios de la fecundidad en el Antiguo Egipto, le asociaban con la lechuga; los romanos llamaron a las berenjenas mala infana por sus poderes afrodisiacos; durante la II Guerra Mundial se extendió el rumor de que los soldados ingleses veían en la oscuridad gracias a las zanahorias...
Ricas en vitaminas y minerales, la realidad es que aportan una riqueza de sabores, texturas y colores extraordinaria, y sus propiedades beneficiosas son incontables: ayudan a relajarse, fortalecen el sistema inmune, contienen antioxidantes, previenen ciertas enfermedades...

Manzanilla La Goya

D.O.P. Jerez y Manzanilla
www.delgadozuleta.com

Palomino

Reto importante el que se nos presenta, sobre todo por intentar desmontar el mito de que el vino no es buen compañero de viaje del fruto de la huerta. Sin embargo, esta manzanilla es el trago perfecto para degustar la delicadeza de unos espárragos blancos. La capacidad de adaptación de estos vinos queda demostrada con un alimento al que no es muy fácil encontrar pareja de baile.

La Mítica Brut Rosé

D.O.P. Cava
www.josepmasachs.com

Trepat

Buscando un espumoso adecuado para un plato de la huerta hemos encontrado este rosado elaborado con una uva cada vez más utilizada para este tipo de cavas. Su amabilidad y versatilidad gastronómica es la que se busca en muchos casos para ahorrarnos ese difícil trance en el que la elección del vino se torna complicada. Una porrusalda es una experiencia de esas que no se olvidan fácilmente.

Hoya de Cadenas 2018

Vicente Gandía
D.O.P. Utiel Requena
www.vicentegandia.com

Chardonnay, Sauvignon Blanc

Un blanco sorprendente por la calidad que atesora y por lo bien que se adapta en platos donde el vegetal sea el rey. La diversidad de matices florales y anisados puede combinar bien con ensaladas gracias en parte a la acidez tan equilibrada que ofrece. Es cierto que no es tarea fácil encontrar armonía para platos con vinagre, pero esta puede ser la excepción que confirme la regla.

Inurrieta Coral 2019

Bodega Inurrieta
D.O.P. Navarra
www.bodegainurrieta.com

Garnacha, Syrah, Cabernet Sauvignon, Merlot

Armonizar verduras sin tener en cuenta a los vinos navarros está al borde de lo punible. Todos los matices de fruta roja fresca, algunos apuntes silvestres y su equilibrada acidez lo hacen ideal para acompañar una menestra. Un plato delicioso en el que entran en juego los sabores de un buen número de vegetales que están pidiendo a gritos un rosado de este corte.