- Antonio Candelas, Laura López Altares
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- 2020-12-04 00:00:00
Quién diría que esas deliciosas e inocentes figuritas de mazapán que devoramos durante las fiestas navideñas plantean un complejo enigma que a estas alturas nadie ha conseguido descifrar: ¿dónde y quién las inventó? Toledo es la candidata más firme, y su mazapán artesano con IGP, el mejor embajador de su gastronomía.
Sí, probablemente vayamos a vivir las navidades más insólitas de nuestras vidas, pero hasta en mitad de todo este caos pandémico tendremos al menos una certeza gastronómica inapelable (y menos mal): ¡pase lo que pase comeremos figuritas de mazapán!
Aunque el origen de este exquisito dulce es una auténtica incógnita culinaria (como sucede con tantas otras recetas), la leyenda más romántica apunta a que sus descubridoras fueron las monjas cistercienses del convento de San Clemente de Toledo. Se dice que durante la histórica batalla de las Navas de Tolosa (1212) se agotaron las reservas de trigo en Castilla y se vivió una terrible hambruna. Sin embargo, junto al convento de San Clemente de Toledo había almendros, y las religiosas inventaron una pasta nutritiva y deliciosa mezclando almendras molidas con azúcar.
Como señala el periodista Luis Moreno Nieto en El mazapán de Toledo, un manjar con historia, ninguna otra ciudad o región española disputó a Toledo el honor de haber sido la cuna del mazapán; pero "fuera de España son varias las que recaban para sí el lugar del nacimiento del pan dulce como si de algún hombre ilustre se tratara: Lübeck (Alemania), Chipre, Bagdad y Venecia". También afirma que la versión más verosímil es la que atribuye la creación del mazapán –al que define "como un enclave de Oriente en Occidente"– a los árabes, y que pudo ocurrir perfectamente en la ciudad de Toledo, donde se dieron cita dos factores determinantes "para una excepcional repostería: que en ella hayan vivido los árabes, y que existan conventos de monjas".
Este bocado sublime, elaborado con almendras, azúcar y huevo, está amparado por la I.G.P. Mazapán de Toledo y se ha convertido en su especialidad más evocadora. Una que siempre, y por muy lejos que estemos, acaba llevándonos de vuelta a casa.
Finca Antigua Naturalmente Dulce 2019
Finca Antigua
D.O.P. La Mancha
www.fincaantigua.com
Moscatel Morisco
Hemos elegido cuatro opciones dulces para acompañar este bocado tan navideño. Aunque son diferentes entre sí por su elaboración y origen, hay un hilo conductor que los hermana: la acidez. Este vino naturalmente dulce manchego es un trago absolutamente sensacional. Evocador, amplio, armonioso y perfecto no solo con los matices del mazapán sino con su textura.
Partcharán Solera
Partcharán
Sin indicación geográfica
www.partcharan.com
Endrinas de la Partacua
Este pacharán oscense, elaborado por un alma entusiasta como la de Antonio Cortijo con las endrinas salvajes de la Partacua en pleno valle de Tena, es una opción muy recomendable. La sensación punzante, fresca y compleja del trago trata con mucho respeto al manjar navideño. Eso sí, lo ideal es tomarlo a sorbos pequeños para que esa armonía se mantenga.
Menade Dulce 2019
Bodegas Menade
V.T. Castilla y León
www.menade.es
Sauvignon Blanc
El aspecto diferencial de este vino con el resto es el carácter silvestre que sostiene basado en los recuerdos a hierba fresca y a fruta exótica. Se podría pensar que su intensidad aromática apabullaría a la delicadeza de un buen mazapán, pero no es así debido principalmente a la buena construcción del conjunto. Donde es una auténtica maravilla es en el juego que entablan ambos en el posgusto.
Pasiego Julieta 2017
Bodegas Pasiego
D.O.P. Utiel - Requena
www.bodegaspasiego.com
Chardonnay, Sauvignon Blanc
Es sorprendente encontrar en nuestros campos viñas a las que el hongo noble de la Botrytis les haga el favor de alojarse en ellas y dar lugar a este delicioso milagro. Su frescura acompaña a una complejidad que solo en este tipo de elaboraciones es capaz de mostrar. La almendra, como principal ingrediente de nuestro dulce estrella, no se puede encontrar mejor acompañada.