- Jose Luis García Melgarejo
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- 2012-04-01 09:00:00
El cultivo ecológico constituye la alternativa sostenible frente al cultivo convencional, en el que el empleo de productos químicos de síntesis puede acarrear problemas para el medio ambiente. La contaminación de las aguas subterráneas y la entrada de sustancias nocivas en la cadena alimenticia puede producir impactos negativos para los ecosistemas. Las frutas contienen gran cantidad de vitaminas, minerales, fibra y agua, por lo que desempeñan un papel fundamental en la alimentación. Al tratarse de alimentos consumidos generalmente en fresco, cobra mayor importancia el hecho de que procedan de la agricultura ecológica, ya que de esta forma se garantiza la ausencia de pesticidas y pueden ser ingeridos sin riesgo de introducir sustancias nocivas en el organismo.
Naranjas, mandarinas, limones
y pomelos
La naranja es el fruto del naranjo dulce, árbol que pertenece al género Citrus, de la familia de las Rutáceas. Es la especie más extendida, le siguen sus parientes más próximos: mandarinos, limoneros y pomelos. Aunque la producción de diferentes variedades nos permite su consumo la mayor parte del año, en otoño e invierno los cítricos son las frutas de temporada. Constituyen una fuente importante de vitamina C, a la vez que aportan sustancias flavonoides y aceites esenciales con propiedades biológicas que desempeñan un papel muy beneficioso para el cuidado de la salud.
Fresas, frambuesas,
arándanos y moras
Cada año la aparición de fresas y fresones en el mercado indica la proximidad de la primavera. Sus intensos sabores, colores y olores las convierten en frutas muy valoradas por los consumidores. Huelva es la provincia fresera española por excelencia y es precisamente en el entorno del Espacio Natural de Doñana donde encontramos mayores ejemplos del cultivo ecológico de estas frutas. Tras los cítricos, la fresa es la fruta más exportada por España. Además del fresón ecológico, en los últimos años ha crecido también la producción ecológica de otras frutas rojas como las frambuesas, los arándanos y las moras.
Un surtido delicioso
Aunque su consumo en fresco es lo habitual, la transformación de estas frutas se ha incrementado en los últimos años y podemos encontrarlas troceadas, congeladas, liofilizadas, en puré congelado, en almíbar o en mermelada. También es un ingrediente principal para la elaboración de bollería y repostería ecológica, alimentos infantiles, zumos o yogures ecológicos. Cuentan con un alto contenido en antioxidantes y por sus cualidades organolépticas y gastronómicas son muy utilizadas en la restauración.