• Redacción
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• 2010-12-01 00:00:00

Dice un viejo proverbio, más o menos: “Ten cuidado con lo que deseas porque se puede hacer realidad”. Inquietante sentencia que, en mi caso, solo me ha reportado satisfacciones, amigos, buena dosis de sentido de la prudencia y un crecimiento profesional que agradezco infinitamente. La primera vez que cayó en mis manos un ejemplar de Vinum me entusiasmó. Era una publicación sugestiva, original, con una amplísima visión del viñedo mundial, muy profesional y completa, con excelentes reportajes sobre zonas vitivinícolas de distintos países en un solo ejemplar, algo nada visto hasta la fecha. Y, aunque apenas podía apreciar lo bien estructurado de su contenido y los “santos” (fotos de paisajes, personajes, etiquetas y botellas) dado mi completo desconocimiento del alemán, idioma empleado en su edición, sencillamente me encantó. Tanto, que expresé mi pensamiento en voz alta: “Cuando sea mayor quisiera trabajar en esta revista”. Entonces estaba en la plantilla de la revista Vino y Gastronomía, al lado de su director, Carlos Delgado, y éste me objetó un poco en sorna “Pero si no hablas nada de alemán, ¿cómo puedes saber que es buena”? No lo dudé un instante: “Sí pero estos vinos que tan bien califican los he catado y son dignos de resaltar, y en el reportaje sobre el Piamonte que publican, nombran a los grandes revolucionarios del Barolo, a los que conocemos muy bien”. ¡Quién lo iba a decir!, algún tiempo después se dieron las circunstancias idóneas para esa aventura conjunta que iniciamos hace ya trece años “OpusWine” y Vinum Suiza. Durante ese largo periodo he disfrutado con mi labor trabajando para cada nuevo número de la revista, todos los componentes de la plantilla nos hemos desvelado, sacrificado, entusiasmado y divertido con el meticuloso trabajo que exige cada número en su puesta a punto. Por supuesto he aprendido y disfrutado catando al lado de los excelentes periodistas que avala Vinum en Suiza, Francia o Italia. Durante todo este tiempo hemos asistido desde la primera fila del vertiginoso e imparable ascenso del vino español. Como no, también nos sentimos partícipes de difundir la cultura del vino con mayúsculas, sin banderas ni fronteras, su conocimiento y sus virtudes. He asistido en nuestra sala de catas a sesiones verdaderamente inolvidables, alternando con otras catas que difícilmente se podrían igualar, como, por ejemplo, las llevadas a cabo en la sala especial de la jerezana Mezquita, en Vinoble. Con todo, somos conscientes de que todavía falta mucho camino por recorrer, que la empresa de difundir la cultura del vino en España es colosal. Pero también sabemos que hemos elegido el camino correcto que lleva al paraíso donde habitan esos vinos con los que tanto hemos soñado. Algun día allí nos encontraremos todos los justos: los buenos aficionados. Bartolomé Sánchez Director de Vinum y MiVino