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¡ Que gusto, Macabeo !

  • Redacción
  • 2004-02-01 00:00:00

Pocos varietales españoles son tan propensos a la mediocridad como nuestro entrañable Macabeo, uva catalana de aromas acusadamente frutales, que se adorna de flor en Rioja, donde responde por Viura. Tiene su frutosidad algo de facilón, por lo que potenciada hasta el paroxismo resulta cargante y hasta vulgar. Es una manifestación clara de la peligrosa tendencia a la simplificación existente en nuestro país. Por ejemplo, la moda irresistible de los vinos jóvenes, frescos y afrutados, con su bochornosa procacidad aromática: un insufrible olor a platanito, mezclado con manzana y melocotón, se instaló entre nosotros para asombro del consumidor entendido. Todos los blancos parecían el mismo blanco. Insoportable frutosidad de unos vinos tan aparatosos como vacíos. No negaré que, en el caso de varietales tan neutros como la Airén, la revolución de las levaduras de laboratorio, la tecnología del frío y el acero inoxidable, hiciera milagros. Lo grave es que la ola de monotonía alcanzó a variedades más nobles, cuyo perfil aromático se vio así sometido a un planchamiento igualitario absurdo. Nuestros blancos de Macebo, con la excepción minoritaria de los entrañables crianzas riojanos, eran de una insufrible banalidad. Ahora, pasado el furor tecnológico, podemos volver la vista a los vinos de Macabeo-Viura y sorprendernos con la calidad media conseguida en el último lustro. Se podrá criticar cierto abuso en el uso de levaduras seleccionadas que exacerban los aromas frutales primarios hasta una peligrosa zona roja de vulgar perfume; se podrá criticar cierta homogeneidad empobrecedora, fruto de la insensible y comercial técnica de elaboración de los blancos tranquilos; se podrá criticar la falta del necesario respeto a las zonas de cultivo, y exigirles un tratamiento similar a los tintos de terruño si queremos tener blancos no sólo bien hechos, sino con carácter. Pero nadie puede negar la mejora sustancial en la oferta de blancos a base de un varietal tan menospreciado como maltratado. Blancos donde la Macebo-Viura ofrece algo más que simplones aromas de manzana verde; muy al contrario, blancos donde esta uva es capaz de enriquecerse con una delicada melodía hecha de notas florales y herbáceas, a las que la buena madera del noble roble da resonancia y complejidad. Que es lo que hace la enología blanca de calidad. Carlos Delgado

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