- Redacción
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- 2005-01-01 00:00:00
Lenta, pero inexorablemente, los de maceración carbónica, los populares “tintos de cosechero” riojanos, que son la madre de todos los vinos, van imponiéndose en un mercado saturado de tintos jóvenes. Claro que estos vinos “primeros”, que anuncian en diciembre las características de la cosecha recién terminada, tienen el encanto irresistible del amor al primer sorbo. Es necesario conocerlos. Y no de una manera superficial, en el chateo desenfadado de Vitoria, Bilbao o San Sebastián, donde su consumo es mayoritario, sino en contacto con la buena gastronomía. Porque estos son vinos de barra y mesa, de tapeo y comida, de charla y serena degustación. Jóvenes de noble cuna, determinada por la calidad de los varietales con los que están elaborados. Aquí no se trata de la mediocre uva francesa Gamay, del Beaujolais, sino de la gloriosa Tempranillo en sus versiones riojana, manchega, castellana, extremeña, etc., de la sorprendente Bobal, de la Monastrell murciana, la Mencía gallega y leonesa, la explosiva Garnacha levantina, el Listán Negro canario, que este año se ha colocado en la final de “Primer” con dos vinos, Y es que cada año hay más zonas y bodegas elaborando excelentes vinos “primeros”, cuya impresionante potencia aromática se consigue con la fermentación espontánea de las uvas enteras en los lagares de las bodegas. Junto a estos indudables atractivos, hay que destacar la excelente calidad de la nueva cosecha del 2004. Año de abundancia y regularidad, que ofrece excelentes perspectivas para los tintos de “maceración carbónica”. Nos encontramos ante una de esas añadas que facilitan el lucimiento del enólogo capaz de sortear las dificultades de un procedimiento de elaboración arriesgado, que exige uvas perfectamente sanas y equilibradas, y una selección esmerada de los racimos. En cualquier caso, los que se han decidido a elaborar vinos de “maceración carbónica” han logrado, en términos generales, mejor calidad que el año pasado, como se puso en evidencia en “Primer”, la muestra anual que se celebró en Madrid, del 10 al 12 de diciembre pasado. La cata de los vinos allí presentados arrojó un balance altamente positivo, con zonas de excelente calidad como la Rioja alavesa, a la que se unieron otras denominaciones de origen menos habituadas a este tipo de elaboración. De todos ellos sobresalieron doce vinos, los finalistas que medirán sus fuerzas en Marzo para dilucidar cual es el mejor. Mientras tanto, ofrecemos una amplia selección de los últimos vinos de maceración carbónica, que son los primeros tintos de la última vendimia.