- Sara Cucala
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- 2014-11-04 16:47:30
La primera vez que probé un syrah tenía 18 años. Fue en una celebración familiar; mi madre, como buena anfitriona, quiso homenajear a la pequeña de la casa -que era yo- con un vino especial: “Hoy mi hija ha llegado a la mayoría de edad y me gustaría brindar con ella con este syrah mimado en barricas de roble americano”. Desde entonces hasta hoy, yo soy muy syrah y ¡por supuesto! soy muy de vino.
En aquel entonces era raro escuchar a una ama de casa hablar de un vino refiriéndose a una uva y, mucho más, hablando de vino en general. Estábamos en una España de riojitas para los hombres y rosaditos para las mujeres. No había, aparentemente, más mapa vinícola. Hoy, cuando estamos encendiendo las 18 velas de una revista como ésta, pionera en la difusión de la cultura del vino, en la transmisión del vino a pie de calle, me llena de orgullo pensar que la manera de acercarse al vino ha cambiado. Sabemos más de los placeres de Baco, de los grandes vinos que se elaboran en nuestro país. Nuestro paladar se ha vuelto caprichoso y ya sabe pedir referencias más exclusivas. Aún más. Nos aventuramos a disfrutar con los vinos de Toro, de Canarias, de Valencia, de Baleares… El mapa se ha ampliado en nuestro conocimiento. Hoy es toda una sorpresa acodarte en una taberna y escuchar a los comensales pidiendo su vino a ritmo de uvas: Verdejo, Tempranillo, Bobal, Godello…
Esa pasión por la uva nos ha llevado a escribir en las páginas que siguen un especial España de uva en uva, el comienzo de un largo reportaje que iremos desgranando en los próximos años, como se desgranan las uvas para hacer vino, con mucho mimo. Sí, hablo de próximos años en este editorial porque este MiVino pionero seguirá llegando a todos esos rincones donde la gente ama el vino, lo disfruta, lo siente.
Mientras los próximos 18 años llegan, les dejo con el recuerdo de lo que fuimos, de lo que fue la España vinícola y gastronómica, les dejo saboreando el pasado para así comprender nuestro presente. Permítanme que haga un sentido brindis por quienes han hecho de MiVino un ejemplo editorial digno de seguir, por todos los que durante tantos años han conseguido que cada día sepamos un poquito más sobre uno de los pilares de nuestra historia, economía, cultura… el vino. Por ello, por ustedes que nunca nos han fallado, por los que sueñan, alzo mi copa. ¡Feliz aniversario y que cumplamos muchos más!