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Arriba... el paraíso

  • Sara Cucala
  • 2015-02-03 11:42:12

Si hiciéramos caso a la Biblia, diríamos que “el paraíso es ese lugar hermoso y tranquilo donde vivieron el primer hombre y la primera mujer después de la creación -es decir, Adam y Eva-”. Según otras religiones no cristianas, es “el lugar ideal en el que las personas purificadas del pecado gozan de la compañía de Dios o los dioses”.

Para algunos mortales, el paraíso es ese lugar en el mundo en el que uno encuentra una calma inesperada, un sosiego interno y un beneplácito momentáneo que entra por los ojos y permanece en el recuerdo como uno de los más deliciosos recuerdos.

Siempre me ha pasado que cuando he pronunciado la palabra paraíso ha sido cuando he llegado a un lugar “imposible”, de difícil acceso, donde el camino te llena de miedos, de inseguridad y vértigo, pero también te provoca el deseo, la tentación, las ganas de pecar y descubrir lo que está prohibido o casi no existe. Cuando uno busca un paraíso, se introduce en un territorio en el que el cielo y el infierno se van turnando para crear en ti una compleja ambivalencia entre decisión e indecisión, ganas y temores en tu búsqueda de seguir adelante rastreando el paraíso... o los paraísos… ¿o tengo que llamarlo Ítaca?

La primera vez que quise saber qué era el Priorat me vi danzando al son de una naturaleza maravillosamente imperfecta, sinuosa en sus curvas, tentadora en sus cepas cayendo como del cielo, seductora en un cielo que juega a hacer trampantojos con la tierra. Suelos de pizarra, viñas vertiginosas, bodegas en miniatura y cultura embotellada. Hay que trepar a lo más alto para acariciar el cielo con las yemas de los dedos. Aquella primera vez, y el resto de las veces que he tenido la fortuna de perderme en ese rinconcito de Cataluña, pensé -y pienso-: “Bienvenida al paraíso”.

Comenzamos un año nuevo, y lo hacemos precisamente así, trepando a los cielos donde los dioses bendicen una tierra de vinos maravillosamente personales. Pero también lo hacemos arropando a los nuevos, a los vinos más jóvenes, los que acaban de salir de las bodegas, los que son el futuro, el oráculo de lo que nos llegará, los vinos de maceración carbónica. Y echando la mirada a Europa, reflexionando sobre cómo ha sido la vendimia de 2014 y qué de “nuevo y fantástico” nos traerá.

De tierras con solera a sueños en botella, un nuevo año trae una agenda repleta de proyectos, de ganas de que se nos cumpla la vida como un rosario de vides que pellizcamos a pie de campo. ¿Quién no se permite soñar en pleno enero? Así comienza la agenda gastronómica y vinícola de 2015, envuelta en fríos de sol, con un Madrid Fusión de tendencias de cocina y vino; con ese primer festival Archigula de Literatura y Gastronomía que reúne escritores y cocineros en torno a una mesa y con quienes OpusWine colabora activamente; y llegará el la primavera y luego el verano… repleto de citas, motivos para brindar, para alzar nuestras copas y decir eso de “el paraíso, arriba”.

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