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Lejos quedan aquellos tiempos en los que, cuando un hombre y una mujer se sentaban a la mesa de un buen restaurante, el camarero les cantaba la comanda y concluía con una invitación al vino de esta linde: “¿El caballero tomará un riojita y la señorita un rosadito?”
Ya desde hace unos años, los rosados están marcando tendencia. Esos rosados pálidos, afrancesados, golosos en nariz, frescos y complejos en boca. Me gustan los hombres que apuestan por los rosados en una mesa de primavera, pero también me gustan esas mujeres que deciden llenarse la copa de color provenzal, sabiendo que el rosado es su apuesta. No entiendo de géneros en general y menos aplicados al mundo del vino.
Tenemos un país con grandes vinos, y dentro de esos grandes vinos están los rosados de Tempranillo, Pansa Rosada, Monastrell, Mencía, Syrah... Así abrimos las páginas de este MiVino-Vinum, descubriendo algunas de las referencias rosadas que marcarán la tendencia de los días de sol de 2015.
Y para días de sol… ¡qué mejor que emprender un viaje a Extremadura! En ocasiones se necesita una excusa para viajar. Nosotros nos hemos lanzado a la carretera con la excusa de la capitalidad gastronómica de España que, como ya sabréis, es este año Cáceres. En el interior del restaurante Atrio se encuentra una de las mejores bodegas de nuestro país, pero ese podría ser solo el comienzo de un trayecto repleto de sabor. Extremadura siempre merece una escapada, dejaos llevar por las palabras de la subdirectora de esta revista, Ana Lorente, a buen seguro que llegaréis a trazar una ruta culinaria y vinícola repleta de sorpresas.
A mí el calor me abre el apetito, las ganas de mar y campo. Me excita el paladar y me empuja a buscar lo mejor de las mesas de nuestro país. Quédense con un nombre, Unai Camba, del restaurante Arce de Madrid, porque la juventud llega pisando fuerte y la técnica y conocimiento de este cocinero dará mucho de qué hablar en los próximos años.
Sin más, solo me queda desearos que deshojéis cada página de este número con la calma, con un rosado en la copa y los ojos repletos de sueños. ¡Feliz Primavera!