Utilizamos cookies propias y de terceros, así como los datos de la conexión del usuario para identificarle. Estas cookies serán utilizadas con la finalidad de gestionar el portal, recabar información sobre la utilización del mismo, mejorar nuestros servicios y mostrarte publicidad personalizada relacionada con tus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos y el análisis de tu navegación (por ejemplo, páginas visitadas, consultas realizadas o links visitados).
Puedes configurar o rechazar la utilización de cookies haciendo click en "Configuración e información" o si deseas obtener información detallada sobre cómo utilizamos las cookies, o conocer cómo deshabilitarlas.
Hay lugares para descorchar un vino en la soledad del viento. Lugares en los que recogerse entre el bullicio urbanita y brindar con la copa llena. Hay sitios en el mundo en los que es precioso perderse para volver a encontrarse y entre tanta búsqueda de uno mismo reconciliarse a sorbos de un, por ejemplo, tinto. Hay espacios en este gran-pequeño mundo en los que encontrar el sosiego del tiempo. Hay tantos lugares en el mundo… sí, pero en todos ellos, cuando salpica la primavera, nos persigue el aroma a la naturaleza exaltada, los perfumes de la tierra de rocíos soleados, las flores caprichosas que salen abruptas entre la hojarasca incipiente. Paisajes de la excitación. Paraísos de viña.
De esto va este nuevo número de MiVino-Vinum, de la excitación de las flores revoloteando entre las copas de los vinos, de la magia de paraísos perdidos como el barcelonés Pla de Bages, de tragos con historia como los que encierran los vinos de Georgia. Mientras el equipo de cata se ha lanzado a la poesía de analizar el perfume de Baco, seleccionar de nuestra bodega aquellas referencias que regalan a destajo la floreada primavera, nuestros redactores comenzaron a escribir con tinta de vino la historia de esos lugares en el mundo en los que brota la leyenda, las ganas de recuperar de dónde somos y hacia dónde vamos.
Y entre tanto empacho floral, ¿quién no saca tiempo para apuntarse a una moda? Pequemos un poco de impuros, que para eso todavía es primavera, y animémonos a descubrir por qué el vermú es hoy por hoy el trago de moda.
¡Qué cosas! Al fin y al cabo, de una u otra manera, la cosa es hablar de vino. ¡Salud!