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Cuánta falta nos hace tomarnos un respiro. No pretendo ser categórico, pero estoy seguro de que para más de uno quizá sea el verano más esperado de las últimas décadas. Y es que, aunque evitaré hacer una lista de todo lo que nos ha ido aconteciendo en estos dos últimos años a nivel global, nuestro ánimo ha tenido que lidiar con realidades difícilmente imaginables. Con todo, probablemente, lo que nos ha consumido más energía ha sido el elevado nivel de incertidumbre con el que, al final, nos hemos tenido que acostumbrar a vivir. Además, hemos aprendido a desarrollar una capacidad del ser humano que hasta hace bien poco casi no sabíamos que teníamos: la resiliencia. Una capacidad gracias a la cual el agricultor ha cosechado los campos a pesar de tantas dificultades habidas y por haber. O el personal sanitario, que ha sido un perfecto rompeolas disuadiendo las embestidas víricas por todos conocidas. Y así tantos otros gremios que han capeado innumerables temporales a lo largo de estos meses. Pero, querido lector, llega lo que posiblemente sea "el verano de nuestras vidas". Necesitamos broncear cuerpo y sobre todo alma, regalarnos días interminables de playa, siestas memorables, risas infinitas, veladas gastronómicas deliciosas y brindis gloriosos. Nos urge relajarnos y restaurar nuestra confianza en la vida y en el ser humano porque, aunque a veces la perspectiva sea complicada, siempre acaban llegando esos días de sol radiante que animan a cualquiera. En MiVino hemos trabajado para dejaros entretenimiento de sobra para estas semanas. Interesantes contenidos para que no dejéis de cultivar vuestro amor por el vino. Aunque queremos que disfrutéis con su lectura, lo que deseamos por encima de todo es que pongáis el descanso como prioridad principal. Entre otras cosas, porque os lo merecéis.