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Archivadas las fotos veraniegas en el álbum de nuestra memoria y tras un mes de septiembre de adaptación a las primeras clases del curso, abrimos un octubre en el que mientras algunas zonas ya han alumbrado sus primeros vinos, otras aún están esperando a que las uvas alcancen su punto de maduración óptimo para ser recolectadas. Entre tanto, nuestra rutina cotidiana experimenta un cambio del que a veces ni nos percatamos. Parece que todo se reduce a un cambio de armario, a disfrutar de menos horas de sol y a retomar un orden horario menos anárquico que en la estación anterior, pero si os dais cuenta el cambio en nuestro día a día es total: desde la gastronomía que nos apetece y que siempre va ligada a la estacionalidad de los cultivos o la forma de viajar y socializar que tenemos, hasta los libros que leemos, la música que escuchamos o las series que vemos. Es normal, incluso, que a más de uno le dé en esta época del año por cambiar el tipo o estilo de vino que solía tomar en meses más cálidos. Aunque no podemos evitar ese cambio de costumbres, sin embargo sí que podemos echaros una mano en lo que a vinos se refiere. Por eso, independientemente de vuestros usos y costumbres en este asunto, hemos plagado el número de octubre de MiVino de recomendaciones como las magníficas catas de Viuras y de la singular D.O.P. Calatayud o de la no tan conocida y a la vez apasionante Monterrei como territorio vitícola por explorar. Pero si aun así vuestra curiosidad siente la necesidad de explorar aún más la diversidad vínica de nuestro país para aprovisionar bien vuestras bodegas, ya ha salido a la calle, como viene siendo habitual, la 14ª edición de la Guía del vino cotidiano. Una costumbre más de cada otoño.
