- Redacción
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- 1999-07-01 00:00:00
EI período estival es el “agosto” de los refrescos, la cerveza helada, la horchata, incluso el agua mineral, pero es una estación oscura para el vino. Parece que los calores no solo aligeran la ropa, sino el gusto de los veraneantes, que se conforman con cualquier “vinillo”, a ser posible barato, con tal de que lo sirvan suficientemente frío como para que pierda su carácter y compita, siempre en desventaja, con las bebidas de cola y semejantes. Y si se recurre a los vinos prestigiosos, el precio puede resultar prohibitivo, las condiciones de conservación cuanto menos dudosas, y casi nunca la ocasión resulta suficientemente propicia. Comer ligero, generalmente fuera de casa, en el chiringuito o restaurante económico, no propicia la elección de un vino de calidad. Existe el recurso de la popular “sangría”, que bien elaborada puede resultar una bebida refrescante y reconfortante. Sin embargo, aquí el desaguisado es norma, el producto, infame, y el atraco, seguro. Bebida de turistas extranjeros que creen beberse la esencia de una España falsa y falseada. Pero entre el “refresquillo” y el “Reserva” existe todo un mundo de vinos jóvenes, o con ligeras crianzas, que soportan bien las bajas temperaturas de servicio, sin perder por ello sus rasgos característicos. Ya hemos hablado, en el número del mes de Abril, de los rosados, un tipo de vino que en verano tiene su gran ocasión. Pero hay otras posibilidades no menos gratificantes. Se trata de nuestros entrañables cavas, burbujeantes y alegres cuando son jóvenes. Un trago desenfadado a buen precio. Porque pocas bebidas son tan propicias para el verano como los cavas de la gama media. Buscarlos, encontrarlos y disfrutarlos es la aventura estival que les proponemos. Porque las vacaciones de verano pueden y deben ser ocasión especialmente propicia para interesarse por el este vino alegre y sonoro, de excelente relación calidad/precio, que los hay, y buenos. Las sorpresas pueden ser muy agradables, porque existen marcas muy dignas. Para ayudarle en la elección hemos seleccionado un buen plantel de estos cavas, óptimos para beber en los meses calurosos. Refrescantes pero no refrescos; jóvenes, pero no insustanciales; afrutados pero no artificiales. Los encontrará en todas las zonas turísticas de España, en el litoral mediterráneo, en la cornisa cantábrica, en la meseta castellana, en Andalucía, en Extremadura, en Navarra, en nuestros archipiélagos, y por supuesto en Cataluña, donde ya son hábito de todo el año. Con ellos, lel verano será mejor.