- Redacción
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- 2001-11-01 00:00:00
Han trascurrido ya 5 años desde la aparición del primer número de nuestra revista. Segunda quincena de noviembre de 1996: en aquel invierno, lleno de incertidumbres, nacía un proyecto cargado de incógnitas. Una apuesta arriesgada en la que ganar significaba sobrevivir, y perder... bueno, mejor no imaginarlo. Seis socios, con un exiguo capital a base de créditos personales e hipotecas del hogar, dulce hogar. Y una idea por todo bagaje: publicar una revista especializada para la inmensa minoría de amantes del buen vino, con una tirada de ensueño en este tipo de publicaciones, 40.000 ejemplares, y una periodicidad mensual. Lo hizo posible la confianza depositada en nosotros por unas pocas bodegas, entre las que se encontraban las más importantes del país como Freixenet, Codorníu, Miguel Torres, Marqués de Cáceres, Faustino, González Byass, Marqués de Riscal, Olarra-Ondarre, Adegas Galegas, Martín Códax, Terras Gauda, la Coop. del Ribeiro, Juvé&Camps, Chivite... Bodegas y directivos que creyeron en la idea, incluso cuando sólo era eso, una idea plasmada en una maqueta provisional. Y depositaron su confianza y anuncios en el equipo que pensaba realizarla, entonces media docena de personas, hoy veintidós. Y a MiVino le han seguido Vinum, Archigula, Bacchanalia, TorresMagazine, Primer, Enoforum y Vinoble. Decididamente, el mundo es de los audaces.
En este tiempo hemos tenido que afrontar las dificultades de distribución de una revista que se reparte entre los clientes de los mejores restaurantes y tiendas especializadas del país, y la elevada exigencia en recursos publicitarios de una publicación totalmente gratuita. Los tres primeros años fueron, a qué negarlo, difíciles, pero el esfuerzo, tanto personal como económico, pronto se vio recompensado con la creciente demanda de ejemplares, y la fidelidad de unos lectores que exigieron la posibilidad de suscribirse a MiVino para recibirlo cómodamente en sus casas. Y han sido, finalmente, nuestros lectores los que han sancionado la pervivencia e idoneidad de la revista, colmando todas las expectativas, con una difusión media, certificada por la OJD, de 50.000 ejemplares, diez mil más que hace cinco años, cuando empezamos, lo que nos sitúa claramente a la cabeza del sector.
Tampoco nos han fallado los restaurantes y tiendas especializadas. Gracias a su excelente acogida, hoy estamos presentes en los mejores establecimientos del país, cubriendo todo el territorio nacional. Finalmente, a ese grupo inicial de bodegueros que apoyaron la revista en sus inicios, se han incorporado, en mayor o menor medida, el resto de las principales empresas vitivinícolas españolas, y algunas extranjeras, que han comprendido la importancia estratégica de un medio de comunicación especializado, independiente, leído por más de 200.000 personas cada mes.
Por todo ello, y con todos ellos, seguimos adelante.