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Rioja dispone de 18.000 hectáreas de viñedo con más de 25 años. Este dato aparece publicado en el informe estadístico elaborado por los Servicios Técnicos del Consejo Regulador. A pesar del fuerte incremento experimentado en los últimos cinco años en la superficie vitícola de la D.O. Ca. Rioja, que ha llevado a superar las 60.000 hectáreas, la edad media del viñedo mantiene un magnífico equilibrio desde el punto de vista de la calidad. Hay cerca de 10.000 hectáreas de más de 40 años; 18.000 superan los 25 años; 21.000 tienen entre 10 y 25 años, y las otras hectáreas restantes corresponden a los viñedos plantados en la última década. El mantenimiento de una superficie de cerca de 18.000 hectáreas con más de 25 años permite atender adecuadamente las exigencias de calidad de la gama de vinos de mayor prestigio, hecho que ha permitido la diferenciación en la cotización de la uva por parte de los bodegueros, que han tenido en cuenta la edad del viñedo como nuevo parámetro cualitativo. En cuanto al balance de variedades, los datos son muy significativos: un 90 por ciento de la superficie corresponde a uva tinta, donde tiene la supremacía la variedad Tempranillo (78 %), seguida de la Garnacha (16,5%). La Mazuelo supone un 3,7% del total, la Graciano un 1% y las denominadas experimentales un 0,3%. Entre las blancas, la Viura es predominante, mientras que la Malvasía y la Garnacha Blanca tienen una presencia testimonial en el viñedo riojano.
Rioja dispone de 18.000 hectáreas de viñedo con más de 25 años. Este dato aparece publicado en el informe estadístico elaborado por los Servicios Técnicos del Consejo Regulador. A pesar del fuerte incremento experimentado en los últimos cinco años en la superficie vitícola de la D.O. Ca. Rioja, que ha llevado a superar las 60.000 hectáreas, la edad media del viñedo mantiene un magnífico equilibrio desde el punto de vista de la calidad. Hay cerca de 10.000 hectáreas de más de 40 años; 18.000 superan los 25 años; 21.000 tienen entre 10 y 25 años, y las otras hectáreas restantes corresponden a los viñedos plantados en la última década. El mantenimiento de una superficie de cerca de 18.000 hectáreas con más de 25 años permite atender adecuadamente las exigencias de calidad de la gama de vinos de mayor prestigio, hecho que ha permitido la diferenciación en la cotización de la uva por parte de los bodegueros, que han tenido en cuenta la edad del viñedo como nuevo parámetro cualitativo. En cuanto al balance de variedades, los datos son muy significativos: un 90 por ciento de la superficie corresponde a uva tinta, donde tiene la supremacía la variedad Tempranillo (78 %), seguida de la Garnacha (16,5%). La Mazuelo supone un 3,7% del total, la Graciano un 1% y las denominadas experimentales un 0,3%. Entre las blancas, la Viura es predominante, mientras que la Malvasía y la Garnacha Blanca tienen una presencia testimonial en el viñedo riojano.
