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Portugal siempre está para comérselo. Así han querido resaltarlo con el programa Pruebe Portugal, donde la Academia Portuguesa de Gastronomía ha puesto la guinda de una oferta en que restaurantes, alimentación y vinos aportan un papel muy relevante entre los atractivos turísticos del país vecino.
El equilibrio entre su situación atlántica y marítima y su ancestral carácter mediterráneo han consagrado una cocina rica y variada, con verdaderos monumentos emblemáticos como los aceites, quesos, chacinas, dulcería y, por supuesto, una cocina marinera presidida por el rey bacalao en cientos de especialidades.
La aportación a la alimentación en la actualidad pasa por la agricultura ecológica y la producción artesanal tradicional de huerta que se da cita en mercados fijos y periódicos a lo largo de toda su geografía.
Lo que supone una novedad dentro de la campaña que Portugal aportó a la reciente feria del turismo, Fitur, ha sido poner en la palestra a una nueva generación de chefs capaces de transformar en grandes platos esos grandes ingredientes. Como muestra, la brillante actuación en Madrid en esas fechas de uno de ellos, Bertilio Gomes, de la Casa de Comidas de Lisboa. Para redondear esta campaña están previstos intercambios con chefs internacionales y accciones específicas de formación en las escuelas de hostelería.
