Utilizamos cookies propias y de terceros, así como los datos de la conexión del usuario para identificarle. Estas cookies serán utilizadas con la finalidad de gestionar el portal, recabar información sobre la utilización del mismo, mejorar nuestros servicios y mostrarte publicidad personalizada relacionada con tus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos y el análisis de tu navegación (por ejemplo, páginas visitadas, consultas realizadas o links visitados).
Puedes configurar o rechazar la utilización de cookies haciendo click en "Configuración e información" o si deseas obtener información detallada sobre cómo utilizamos las cookies, o conocer cómo deshabilitarlas.
Probablemente, la cosecha obtenida en Chile en el 2000 suponga un récord, con una estimación de 5,8 millones de hl. de vino. Han coincidido dos tendencias: por una parte, después de la vendimia excelente pero reducida de 1999 (4,2 millones de hl.), los viñedos estaban tan cargados de uva este año que los bodegueros orientados hacia la calidad tuvieron que recortar cantidades significativas para obtener un producto de calidad. Por otra parte, la superficie de viñedos destinada a la producción de vino ha aumentado en Chile de 53.100 a 83.000 hectáreas entre 1994 y 1999. Sólo en 1998, la superficie de cultivo de Cabernet-Sauvignon creció en 5.000 ha. hasta llegar a las 21.100. Desde 1997 crece la plantación de Merlot, que con casi 10.000 ha. ya supera al Chardonnay. Una consecuencia del aumento de las plantaciones es que este año los precios de la uva han descendido por vez primera, situándose en la mayoría de los casos un 20% por debajo de los del año anterior. A medio plazo, los observadores no descartan el riesgo de una sobreproducción, aunque las exportaciones chilenas volvieron a subir en 1999 después de un año de estancamiento.