- Redacción
- •
- 2002-06-01 00:00:00
El segundo borrador de la nueva Ley del Vino, que sustituirá al obsoleto Estatuto de la Viña, el Vino y los Alcoholes de 1972, tampoco satisface al sector. Según la Conferencia de Consejos Reguladores Vitivinícolas el primer borrador perjudicaba al conjunto de la vitivinicultura española y resultaba lesivo para los consumidores. Ahora el segundo, al que se oponen firmemente, introduce, en opinión de este organismo, elementos de confusión en cuanto a marcas y controles, y respecto a las garantías que el consumidor exige del origen y la calidad de los vinos. Además, atenta claramente contra el patrimonio público que las DD.OO. han ido construyendo en los últimos 80 años, favoreciendo los intereses particulares de los grandes operadores. Tras dicho análisis tan negativo, todos los Consejos Reguladores se comprometen a buscar en sus distintas administraciones autonómicas una mayor sensibilidad que la mostrada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, dado que la mayoría de las mismas ostentan competencias exclusivas en estos temas. Todavía la Conferencia confía en el que el Gobierno recoja las observaciones que reiteradamente se le han hecho llegar en beneficio del progreso general de este sector, tan importante para la economía nacional. Una de las protestas más fuertes proviene del consejero de Agricultura de Castilla-La Mancha, Alejandro Alonso, y está relacionada con la creación de una nueva categoría de vinos con indicación geográfica, la de «vinos de pago» de gran calidad con denominación propia, que debería haber estado por encima de las DD.OO. tradicionales, y con gestión y reglas propias para cada «pago». Según Alonso, el texto actual supone una clara «invasión competencial» que impide a Castilla-La Mancha idear nuevas fórmulas comercializadoras de vino. Esta Ley, aunque recoge progresos, sigue sin lograr el máximo consenso dentro del sector. y para colmo de desprósitos la Ley del botellón Otro borrador que tampoco cuenta con el beneplácito del sector de bebidas espirituosas es el del anteproyecto que el Ministerio del Interior ha elaborado para legislar el consumo de bebidas en la calle, conocida popularmente como la «ley del botellón» o «ley seca». La Federación Española de Bebidas Espirituosas (FEBE) considera que este borrador «propone medidas prohibicionistas ineficaces y deja en un segundo plano la prevención y educación». Añaden que esta ley ataca los hábitos lícitos del consumidor sano y adulto. Sobre las restricciones de publicidad, el borrador prohíbe todo tipo de publicidad exterior de marcas con una graduación superior a 20 grados, y restrin- ge la inserción de anuncios en los medios escritos. Otra medida que para los responsables de la FEBE no contribuirá a reducir el consumo: «La publicidad en un mercado maduro como el español sirve para consolidar y fidelizar consumidores a las marcas».