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En París se está juzgando a un comerciante belga de vinos que ofreció vinos de Burdeos falsificados de la añada 1900. Según sus propias declaraciones, Khaled Rouabah adquirió poco antes del cambio de milenio 360 botellas de Château Margaux y Château-Lafite Rothschild procedentes de una colección particular. Como el contenido de las botellas había experimentado una pérdida de volumen significativa, encargó a la casa comercial bordelesa Barton & Guestier rellenarlas y encorcharlas de nuevo... con vinos de 1995, como confesó posteriormente. Sin embargo, la ley exige que en caso de reacondicionamiento -que puede ser necesario en vinos antiguos- deben emplearse vinos de la misma añada. Mientras que Rouabah afirma que el «rejuvenecimiento» de vinos antiguos es una práctica habitual, y no sólo entre los comerciantes de vinos, estos últimos rechazan categóricamente las acusaciones. De momento, Barton & Guestier no ha efectuado declaración alguna sobre este escándalo. Por lo demás, ni siquiera es seguro que las botellas contengan algo de vino de 1900: los primeros análisis con ayuda de cesio 137 apuntan a una antigüedad no superior a 50 años.
