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Honor y larga vida. El brindis se cumplió y también los 93 años de Marcelo Frías Artacho, que hasta las vísperas de su muerte y ya sobradamente jubilado ha sido el vigía diario de sus dominios en Bodegas Riojanas.
Representaba sin duda la historia misma de la bodega e incluso de la Denominación, pues prácticamente cuando ésta daba sus primeros pasos Marcelo se incorporaba a Riojanas, a la temprana edad de 13 años como“chico para todo”, según él mismo recordaba en algunas entrevistas. Muy pronto fue enviado por su tío Román Artacho a Inglaterra para aprender técnicas comerciales y el idioma inglés, muestra inequívoca de la visión de futuro de aquellos pioneros que ya tenían el claro objetivo de desarrollar la vocación exportadora de Rioja.
Vocal del Consejo desde los años setenta, después de 63 años como director general y de 73 en la compañía, se jubiló cumplidos los 85. C on tan sólo 27 años había asumido la dirección general de Riojanas y fue también presidente del histórico Grupo de Criadores y Exportadores del Vino de Rioja, defendiendo la exportación y el embotellado en origen, que Rioja no adoptaría como norma obligatoria hasta principios a los noventa. En definitiva, adiós a un pionero con gran visión de futuro que supo imprimir a su ámbito un rumbo culminado por el éxito.
