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Dos grandes creadores se han unido para inventar un vino único. Por un lado, Miquel Barceló ha diseñado la etiqueta y le ha dado su nombre; por otro, el creador del famoso y cotizado Dominio de Pingus, Peter Sisseck, se ha encargado de la elaboración del vino. Este Barceló es la novedad de la Bodega Matador, correspondiente al volumen F de la revista del mismo nombre. Este tinto es el último ejemplo de una serie de vinos que cada año elaboran de manera especial para Matador los viticultores más comprometidos con su trabajo y cuyas etiquetas van firmadas por los mejores artistas nacionales e internacionales. Sisseck ha empleado los argumentos más básicos y puros de la Ribera del Duero, vinos de un solo viñedo, con cepas viejísimas de Tinto Fino, situado en la localidad de La Horra (Burgos). Bodega Matador nació hace seis años con el fin de crear cada año un vino singular ligado a un artista y ponerlo al alcance sólo de los socios de Matador, un objetivo que ha sido todo un éxito. De la mano de Telmo Rodríguez, los vinos de Matador han logrado ser singulares, un lujo para los grandes aficionados al vino.
