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¿Podría haber sospechado nuestro colega del semanario «Weltwoche» las consecuencias que acarrearía en Italia su artículo «Weine wie Brotaufstrich» (Vinos como churros)? El crítico enológico y gastronómico Rudolf Trefzer criticó la guía de vinos Gambero Rosso por su práctica de otorgar la máxima calificación «tre bicchieri» -tres copas-, a vinos altamente concentrados. No tardó en reaccionar Carlo Petrini, coeditor de la guía, con una larga toma de posición publicada en «La Stampa» el 30 de junio de 2002. El gurú del Gambero confirma que también él apoyó durante mucho tiempo la tendencia a tales vinos (cita original: «vini dopati e pompati»). Originariamente, dice, pretendía agudizar la conciencia de calidad de los vinicultores y consumidores de Italia. Pero ahora se ha perdido con ello también mucha tipicidad y carácter. Dice estar de acuerdo con Trefzer en que, hoy por hoy, en Italia se ha extendido un estilo de vino más homogéneo, orientado en los vinos internacionales de paladar fácil. Finalmente, Petrini invita al debate con la pregunta «¿Existe un tercer camino nuevo en vinicultura?». Trefzer no es el único intrigado por ver cómo se plasma el «mea culpa» de Petrini en la próxima edición de Gambero Rosso...
