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Solidaridad con Galicia
Bodegas Marqués de Murrieta, sumándose a la lucha contra la catástrofe ocasionada por el hundimiento del Prestige, ha subastado en la casa Durán de Madrid el que convertiría en el vino más caro del mundo: una botella de Castillo Ygay Gran Reserva de 1952, que alcanzó la cifra récord de 16.590 euros. La singularidad de este récord histórico se entiende por partida doble ya que nunca antes en España se había subastado una botella de estas características, y nunca se había alcanzado a nivel mundial una cuantía tan elevada. Los dos vinos más caros del mundo eran, hasta ahora, un Château Cheval Blanc de 1947 y un Château Petrus Bordeaux de 1945, ambos franceses, por los que se llegaron a pagar más de 15.000 euros en cada caso. La bodega ya contaba con su primer récord haber alcanzado en diciembre de 1999 el precio más alto de un vino español en una subasta internacional (Christie’s-Londres) con su Marqués de Murrieta de 1877 que alcanzó la cifra de 7.813 euros.
Tras la subasta, el presentador gallego de televisión Mon Santiso recibió, en representación del pueblo gallego, dicha cantidad de manos de Vicente Cebrián-Sagarriga, propietario de Marqués de Murrieta y creador de la Fundación Creixell-Pazo de Barrantes. Es el primer paso de ayuda que esta firma piensa seguir prestando, con la vista puesta en el futuro de las costas gallegas.