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El brandy de Jerez, la principal bebida espirituosa de España, sufrió en el 2002 un año de contrastes. Las salidas de bodega bajaron un 36,2%, aunque el consumo nacional repuntó un 0,9%, después de años de sucesivas caídas. Este descenso obedece, fundamentalmente, a «la indudable distorsión producida por el fuerte aumento de la fiscalidad en el año 2001», según su Consejo Regulador. El brandy es la segunda bebida espirituosa más consumida de España, tras el whisky, con una cuota de mercado del 17%. En los mercados exteriores, que absorbieron el 49,8% de la producción, el volumen descendió un 2,5% con respecto a 2001. La facturación bruta del sector disminuyó un 14,2%. El sector del brandy está liderado por Allied Domecq, Grupo Osborne y González Byass, que controlan más del 70% del mercado.