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Vuelven las tensiones entre EE.UU. y Europa. Esta vez se trata de la Bioterrorism Act, una ley norteamericana contra el bioterrorismo que entrará en vigor en diciembre. Entre otras cosas, exige que todos los alimentos importados se declaren en el plazo de un día ante la agencia reguladora de alimentos y fármacos FDA. Para los importadores de vino, esto no sólo implica más burocracia: lo peor es que según la nueva normativa ya no pueden importar vinos adquiridos en subastas o a particulares. Y es que los importadores sólo reciben el número de registro que demuestra el origen de las botellas si las compran a la propiedad o a un comerciante oficial.