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Los más audaces y creativos chefs se han dado cita en el Certamen Gastronómico de Alta Cocina, que se celebra todos los años en Vitoria. Esta vez, el cuadro no podía ser más apasionante: desde Ferrand Adriá, el “Picasso” de la cocina, que inauguró el certamen con su habitual maestría, pasando por Martín Berasategui, hoy el número uno del País Vasco, con un menú de 18 platos soberbios que entusiasmaron a los participantes y que merecieron encendidos elogios de Marc Veirat, un 9,75 y tres estrellas Michelin. No tuvo suerte el cocinero de la Saboya, y sus platos, llenos de aromas alpinos, no encontraron mucha aceptación. Por contra, su colega Michel Bras, el genio de la hierbas y para muchos el mejor cocinero del mundo, tuvo una cena apoteósica, que cerró al día siguiente con un almuerzo en la bodega Marqués de Riscal. También resultó meritoria la actuación del número uno de Italia, Gianfranco Vissani. Dentro de las actividades paralelas, se realizó una cata de los 10 mejores vinos, según criterio de Carlos Delgado, que fue seguida por casi un centenar de restauradores y aficionados. Entre los vinos causó sensación el Marqués de Vargas 94 “Selección Personal”, que ya ocupa un puesto de honor junto a Vega Sicilia, Barón de Chirel y Pesquera, también catados. Impresionante el tinto del Priorato “Erasmus”, una rareza de René Barbier, o el Caus Lubis 91 de Can Rafols dels Caus. Entre los participantes sorprendió el precio del Campillo Reserva Especial que apenas supera las 1.700 ptas. Todo un regalo, como lo es siempre esta semana de Vitoria: un lujo que hace la boca agua.