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Château Giscours, la bodega Grand cru classé de Margaux, sigue siendo noticia de portada. Por un lado está la querella contra el anterior administrador, Jean-Michel Fernández, al que se le acusa de haber «sazonado» el vino de la denominación Haut Médoc con virutas de madera. Ahora ha sido condenado por ello en segunda instancia a una multa de 50.000 francos, aunque ha anunciado que recurrirá la sentencia. Al mismo tiempo, sigue en marcha el proceso judicial contra el ex propietario de Giscours, Pierre Tari, acusado de malversación, quien podría ser condenado a dos años de cárcel y 2,5 millones de francos de multa. Entre otras cosas se le acusa de haber utilizado los fondos de la sociedad para remunerar a su ama de llaves particular, reformar la vivienda propia y pagar una asociación de polo. El querellante es el empresario holandés Eric Albada, propietario desde 1995 de la empresa explotadora de Giscours.