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Vinexpo Tokio 2000: el ridículo español

  • Redacción
  • 2000-10-01 00:00:00

Tras el intento fallido de Hong Kong, Vinexpo insiste, esta vez en Tokio, con el claro objetivo de reactivar los mercados asiáticos, hasta hace poco muy prometedores. Mercados emergentes que compensaban, en gran medida, el estancamiento en el consumo del vino que padecen los mercados tradicionales. Sin embargo, la crisis económica ha significado un serio frenazo a las expectativas en toda esta área, que Vinexpo Tokio trata de reactivar. Hasta aquí, todo perfecto. Lo lamentable es que la presencia española, si bien interesante en cuanto a la participación de bodegas, estuviera infravalorada. Primero por la ubicación, en un rincón del Salón; segundo por la cutrez de los stand, anticuados, pequeños y simplones -salvo el de Miguel Torres, que iba por libre- en claro contraste con las construcciones grandiosas de franceses, americanos, australianos, o incluso canadienses. Visitando Vinexpo Tokio daba la impresión de que España es un país de tercera fila en el mundo vitivinícola. Pero el colmo del disparate fue la presencia, entre bodegas prestigiosas de Rioja y otras denominaciones de origen, de un singular espécimen: el “Vino de Verano”, que no era otra cosa sino La Casera. Sin duda una de nuestras fundamentales aportaciones al mundo de la enología.

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