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Circo, danzas de todo tiempo y latitud, recitales de estrellas contemporáneas, óperas y un magno ciclo dedicado al año de Bach componen el apetitoso menú que este verano ha programado el Castillo de Perelada, en un festival que cumple así su decimocuarta edición. Al auditorio habitual, en los jardines del castillo, se ha sumado esta vez un nuevo escenario circular en el recinto de la granja del Castillo. Una prueba del interés creciente cada año y que se materializa en una demanda de entradas imposible de cubrir. No es de extrañar, cuando sobre las tablas aparecen figuras de la talla de Aragal y Carreras, estrenos tan espectaculares como la combinación de la música y los caballos danzantes del Don Juan en los Ruedos de Távora, grupos tan atractivos y variopintos como el Orfeón Donostiarra o Madredeus, la danza flamenca de Sara Baras, los tangos de Julio Bocca y el ballet clásico de la ópera de Berlín.
