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Mercado mundial del vino: ¿Desentierra EE UU el hacha de guerra?
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Mercado mundial del vino: ¿Desentierra EE UU el hacha de guerra?
Redacción
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2001-06-01 00:00:00
Desde finales del año 2000, Estados Unidos ya no forma parte de la OIV (Oficina Internacional de la Viña y el Vino), una institución internacional a la que pertenecen 45 países productores de vino. El conflicto entre la UE y EE UU dentro de la OIV no es nuevo. Hace tiempo que los estadounidenses plantean dificultades en relación con el reconocimiento de las denominaciones de origen controlado europeas y el acuerdo sobre métodos enológicos autorizados. Con la fundación de la asociación «New World Wine Producers Group» (Grupo de Productores de Vino del Nuevo Mundo), es probable que se abra aún más el abismo entre los dos continentes en lo que se refiere a la filosofía del vino. En los nuevos países vinícolas, el vino se entiende como producto industrial, caracterizado fundamentalmente por la variedad y la técnica, mientras que en Europa se considera un producto artesanal cuya calidad está estrechamente ligada al origen. Según la legislación europea, está prohibido todo aquello que no esté expresamente permitido. En otros estados no europeos, en cambio, está permitido en principio todo lo que no sea manifiestamente nocivo para la salud. Si se tiene en cuenta que los grandes de la industria vinícola estadounidense tienen importantes ambiciones expansivas, que el exceso de producción mundial está aumentando velozmente y que la Secretaria de Agricultura de Bush era gobernadora agraria de California hasta 1999, es inevitable sentirse un poco preocupado por el futuro del vino europeo.