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Tras diversos escándalos, la Comisión de la UE finalmente tiene la intención de proporcionar al consumidor transparencia sobre la composición de los productos alimenticios. El punto central es la derogación de la “Cláusula del 25 por ciento”: hasta ahora, en los productos compuestos, los elementos que constituyeran menos de una cuarta parte del producto final no necesariamente tenían que ser detallados individualmente. Por ejemplo, en las etiquetas de galletas con mermelada podía figurar sencillamente “confitura”. En lo sucesivo habrá que detallar: azúcar, frutas, pectina, etc. Aunque podrá haber algunas excepciones, nunca cuando se trate de componentes potencialmente alergénicos, como los huevos, el pescado o los sulfitos –es decir, sulfatados. Estos componentes necesariamente deben ser mencionados. En el caso del vino, esto significa que ya pronto podría ser obligatorio mencionar en la declaración de contenido “sulfato”, o incluso “zumo de uva, sulfato”.