- Redacción
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- 2010-12-01 00:00:00
Lo que bebe Capricornio: Sobre seguro Nada de denominaciones de origen emergentes, ni de ensamblajes fantasiosos, ni siquiera de botellas innovadoras. Los Capricornio sólo juegan sobre seguro; es más, ni siquiera les gusta jugar. Por eso, y por su pasión por medrar y sentirse muy arriba, como las cabras que les dan nombre, acuden siempre a bodegas “de toda la vida” y a marcas de prestigio, y las compran en establecimientos especializados, de solera y garantía, o en el supermercado gourmet más caro de la ciudad. Esa exigencia con todo y con todos también les hace capaces como pocos de llevar a cabo un proyecto o terminar lo que otros menos pragmáticos empezaron. En ese sentido son de lo más confiable y se les encontrará inagotables en la bodega, no haciendo vino ni diseño, sino gestión, marketing y todo lo relacionado con economía. Y afrontando crisis con serenidad y en silencio, ya que prefieren esa paz a los grupos bulliciosos. Por eso lo que más podrían disfrutar como regalo es un Vega Sicilia mientras leen o escuchan música, algunas de sus grandes aficiones. Lo que bebe Acuario: Copas con historia Algunos acuarios no beben. Claro que también ocurre con otros signos, pero en éste suele ser por razones ecológicas, ideológicas, religiosas, higiénicas, en fin, por algo trascendente aunque no radical. Porque aunque son discutidores y tienden a llevar la contraria, están abiertos, sin prejuicio alguno, a aceptar otra verdad que logre convencerlos. La verdad, siempre lo auténtico. Por eso, y porque son escuchadores vocacionales, eligen su bodega atendiendo a los consejos del vinatero, de quien entiende. Y pobre de él como intente engañar a un acuario. Con su honradez y fidelidad les resulta inconcebible que alguien actúe de otra manera, que sea capaz de aguar el vino. Tanto los de la línea tímida como los exuberantes son intelectuales y refinados en sus gustos y buscarán tragos originales, cargados de historia o de leyenda tanto como de auténtico estímulo sensual. Y, junto al vino, coleccionan en la memoria cada ocasión en la que lo disfrutaron, los detalles de cada encuentro, que les encanta compartir con amigos. Como regalo hay que pensar en algo original y bello, una copa delicada o un termómetro sofisticadísimo que le obrigue a leeer las instrucciones o a desarrollar su enorme ingenio.