- Redacción
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- 1998-04-01 00:00:00
En el marco de Intervin 98, y bajo el lema “Conocer para Beber mejor”, se han celebrado con rotundo éxito los actos de animación de la Sala de Catas, cuya finalidad ha sido la de acercar la cata al público general y, especialmente, a los jóvenes a través de la fórmula del divertimiento y de la libre participación, lejos de los rigores del academicismo puro.
En esta nueva edición de Intervin hasta los más tímidos se vieron animados a comprobar su nivel de conocimiento del mundo del vino a través del “Test del Catador”, donde ininterrumpidamente, de manera privada e individual, todos los participantes que lo quisieron pudieron responder a las diversas preguntas que, sobre variedades, orígenes, tipos, etc... se plantean dentro de los tres niveles de conocimiento del Test: iniciación, medio y alto.
Gran éxito, también, para el Ciclo de Catas que bajo el nombre genérico de “Los Monográficos del Vino” fue impartido por periodistas tan prestigiosos como Fernando Gurucharri, quien trató sobre “Los distintos orígenes de la Tempranillo”; Juan Muñoz, quien desarrolló el tema de “El Cava y los Vinos de postre”; Andrés Proensa, que descubrió los secretos de los Vinos generosos andaluces; o José Peñín, quien disertó sobre los “Blancos españoles y Los Vinos inéditos”. Algunas lecciones, como la de “Los Cabernet sauvignon españoles”, impartida por Bartolomé Sánchez, despertaron tal expectación que fue necesaria la habilitación de mesas suplementarias, medida todavía insuficiente para la gran cantidad de público interesado en participar en la cata, aun fuera del propio recinto.
Los actos de animación se completaron con un ciclo de conferencias sobre temas tan actuales e interesantes como “El Vino y la Cultura” impartida por Víctor de la Serna, “Los Vinos Locomotora” que, de la mano de José Peñín, puso de manifiesto las marcas punteras que marcan escuela y moda, o “La Comercialización del Vino cara al Siglo XXI”, amenamente dirigida por Juan Manuel Ibáñez.
El “2º Concurso Intervin de Catadores”, dotado con un armario climatizado para vino, tuvo como ganador a Jesús Puelles, de la bodega riojana Puelles, que dejó patentes sus amplios conocimientos enológicos.
Las más de 1.300 personas que pasaron por la sala de catas y el apoyo de100 empresas, bodegas e instituciones, han hecho posible la finalidad última de Intervin: un acercamiento lúdico, ameno y riguroso al mundo del vino bajo el prisma de que un mayor conocimiento da lugar a un consumo más placentero y racional.
