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Escenario: El restaurante Zalacaín de Madrid, el de los pasos apagados, el silencio y la concentración. Protagonistas: vinos franceses cuyo solo nombre estimula las papilas del catador: la cosecha 94 de Chateu Latour, Chateau Lafite, Mouton Rothschild, Haut-Brion, Petrus y un representante español, el Alión Reserva 94, de las prestigiosas bodegas Vega Sicilia . Acción: Los paladares más sensibles de la crítica especializada española se enfrentan en cata ciega a estas copas de alcurnia, y sus puntuaciones, con muy leves variaciones, no hacen distinción entre las joyas de uno y otro lado de la frontera. La conclusión es evidente: por un lado, la calidad, la redondez y la altura que la uva Tempranillo desarrolla en la Ribera del Duero, comparable a la mítica Cabernet sauvignon francesa; por otro, el cuidado de cada elaboración en esta bodega ejemplar. La moraleja se refiere al precio. El Alión cuesta diez veces menos que el más barato de sus competidores en esta cata.