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Escándalo vinícola en Borgoña Hospices de Beaune: un 97 agridulce
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Escándalo vinícola en Borgoña Hospices de Beaune: un 97 agridulce
Redacción
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1998-11-01 00:00:00
André Porcheret, gerente de la bodega del Hospice de Beaune, en Borgoña, ha reconocido haber acidificado y chaptalizado al mismo tiempo los vinos de la añada 1997. Ambos procesos están permitidos, tanto el de añadir ácido tartárico como el de agregar azúcar para aumentar el grado alcohólico, pero nunca simultáneamente en el mismo vino. Hace algunos años se castigó duramente a los responsables de la casa comercial Bouchard père et fils por violar esta regla, en concreto en algunos vinos de la cosecha de 1987. A raíz de ello, la familia Bouchard tuvo que vender su empresa a la casa champanera Henriot. Sin embargo, en el caso de Hospices la situación es distinta: a pesar de su confesión parece que André Porcherer es inocente desde el punto de vista estrictamente formal. Efectivamente, el artículo de la ley comunitaria sobre el vino que regula la materia (reglamento 822/87, artículo 21) afirma que está prohibida la acidificación y chaptalización del mismo producto. André Porcherer basa su defensa precisamente en eso. Afirma que lo que chaptalizó fue el mosto, mientras que posteriormente acidificó el vino, dos productos radicalmente distintos desde el punto de vista químico. Por tanto, asegura que no puede hablarse de abuso. Desde ese punto de vista, tiene razón, ya que Hospices declaró oficialmente -como cientos de otros bodegueros borgoñones- haber acidificado sus vinos y chaptalizado su mosto, siguiendo los consejos de una circular de la Agrupación de Bodegueros de la Côte d’Or, que no se les habría podido enviar sin la aprobación de las autoridades.