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Michael Strohmayer vende un accesorio poco habitual. Una varilla metálica con punta de diamante evita más de una frustración al tomar vinos espumosos. A menudo, a las copas de champán les falta el llamado “punto de espumado”, una zona más rugosa en su parte inferior. Esta carencia hace que las burbujas se desprendan con demasiada parsimonia. Ahora, con el “Bubble-Brush” se puede rayar un punto de espumado en cualquier copa cuyo cáliz no supere los 20 cm de altura. Esto hace que el anhídrido carbónico se disuelva con más facilidad en el vino. La prueba realizada por Vinum demostró que la formación de burbujas aumenta efectivamente de modo significativo, y el vino también se hace más chispeante en la boca.