- Redacción
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- 1998-11-01 00:00:00
ARCO (Berberana, Marqués de Griñón, Marqués de Monistrol, Lagunilla, Bodegas Hispano-Argentinas) ha interpuesto una querella contra el Consejo Regulador de la D.O. Rioja Calificada, en la que pone en cuestión nada menos que las decisiones de sus vocales que, aún tomadas por mayoría, pueden ser contrarias a su Regla-mento y órdenes ministeriales que les obligan por imperativo legal. La querella ha traspasado el marco interior del propio Consejo debido, según ARCO, a “la reiterada negativa de una serie de miembros del Consejo a aplicar la normativa vigente”, y ha sido admitida por el Juzgado nº 6 de Logroño, aunque en estas fechas el Consejo no ha recibido constancia.
Se dirime si el Consejo puede impedir, sin incurrir en responsabilidades penales, el ejercicio del derecho a hacer constar en las etiquetas de Berberana que sus vinos proceden de la subzona Rioja Alta y, de forma más general, el derecho a diferenciar e indicar claramente los vinos de cualquiera de las tres subdenominaciones. Algo que “está reconocido de modo inequívoco por el propio Reglamento, por Orden Ministerial, y por varias notificaciones administrativas del MAPA, en la que se confirma la interpretación de Berberana y se deniega la postura del Consejo”, según los responsables de ARCO.
El Consejo, en palabras de Javier Pascual, afirma a su vez que “viene aceptando discrecionalmente esa modalidad, contemplada por la ley, en vinos de cosechero, de viñas propias, y pequeñas bodegas de proveedores controlados; pero se opone en el caso de las grandes bodegas en las que entran uvas de varias subdenominaciones y mantienen la elaboración del Rioja genérico con mezcla de ellas”.
ARCO tilda de arbitrarias y discrecionales tales autorizaciones, y recuerda que en los últimos 3 años no se han puesto en práctica los controles de procedencia de vinos de subzona que el MAPA exigió en 1995, cuando una Orden Ministerial, consecuencia del recurso de varias bodegas, desestimó la postura del Consejo Regulador, y refrendó la solicitud de las bodegas recurrentes, en este caso Artadi y Berberana.
Por otra parte, Berberana afirma que “es fácilmente demostrable que, con 3.000 hectáreas de 4 cooperativas de la Rioja Alta, que son sus suministradores básicos, tiene los controles internos necesarios para separar los vinos de cada una de las subzonas.”
Desde la primera solicitud denegada, en el 95, ARCO recurrió al Ministerio de Agricultura y éste reconoció el derecho, solicitando del Consejo los controles adecuados para garantizar la procedencia. El pasado mes de marzo, Berberana presentó una muestra de contraetiqueta en que hacía constar la subzona Rioja Alta y que fue verificada positivamente por los Servicios Técnicos, pero rechazada por la mayoría de los vocales de la Comisión Permanente. Para Berberana, “esta solicitud se denegó arbitrariamente, y pese a las advertencias -que constan en acta- de varios de sus vocales de que se podía incurrir en un delito de prevaricación”. En una inspección posterior, en Agosto, los veedores encontraron en la bodega una partida de 200 cajas con la etiqueta sin modificar y prohibieron su comercialización, además de imponer una multa de 80.000 pesetas. Por las mismas fechas, el MAPA ha respondido a la solicitud de Consejo de reforma del Reglamento denegando su pretensión de prohibir los vinos de subzona, y recogiendo la forma de control y de garantía.
Berberana exige que se cumpla el Reglamento, de rango superior a las resoluciones por votación del Consejo Regulador, al que acusan de prevaricación, de ser juez y parte en la cuestión ya que sus miembros son competencia comercial. La presentación de la querella y su admisión a trámite ha producido el consiguiente escándalo que en el Consejo, molesto de que conflictos internos pasen a dirimirse en los tribunales públicos, y que alguno de sus miembros no acepte la voluntad de la mayoría, algo que socava su poder y sus principios.
El hecho más significativo y grave es que la juez ha encontrado indicios de delito en la conducta denunciada por Bodegas Berberana.