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Barbadillo es en estos momentos la bodega más dinámica del marco jerezano. En ella se investiga y se crea. Éxitos como el del “Castillo de San Diego” (posiblemente el vino blanco más vendido dentro del país), o el de la Solear lo certifican. Pronto lanzará un moscatel muy distinto del clásico. “Montsetel” le llaman en familia, en homenaje a la creadora, Montse Molina, joven enóloga con mucho talento. Aunque ahora la novedad surge de las viejas soleras que contienen reliquias casi eternas. Estos vinos son un desafío absoluto a las leyes de la longevidad. Nada menos que 150 años llevan sus botas en espera de su afortunado bebedor. El amontillado es sencillamente maravilloso. Después le siguen un Palo cortado muy equilibrado, un magnífico Oloroso y el Pedro Ximénez, que es pura esencia, Estos generosos son un compendio de potencia y complejidad aromática: en boca son puro equilibrio y permanecen una eternidad en retronasales. Son vinos “de pañuelo”. Para gozarlos más tiempo, la receta es simple: aplicar unas gotas en la citada prenda y deleitar el sentido del olfato todo el día oliendo estas esencias.
Reliquias de Barbadillo Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) Precio de los cuatro: 150 Euros.