- Redacción
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- 2000-12-01 00:00:00
Irlanda es un país de gran tradicción cervezera, que cuenta con uno de los mayores productores del mundo, la famosa Guinnes. Pero hay otras menos conocidas pero de no menor calidad, como Finian’s, una de las dos cervezas elaboradas por Celtic Brew, pequeña fábrica inaugurada en 1996 y que se encuentra situada a 45 kilómetros de Dublín.
Celtic Brew ha sido una de las fábricas pioneras en Irlanda, de esas cerveceras nacidas con el espíritu de rescatar las recetas y métodos de elaboración de las cervezas tradicionales de Irlanda, que con el paso del tiempo fueron quedando en el olvido. Con ese espíritu nació Celtic Brew, que debido a su pequeño tamaño elabora cantidades muy limitadas, que compensa, sin embargo, con una enorme calidad por la utilización de los mejores y más naturales ingredientes posibles, entre ellas las purísimas aguas del condado de Meath.
El nombre de Finian’s se debe a que las instalaciones donde se elabora están muy próximas a una Abadía fundada por San Finian, y que fue desde sus inicios en el Siglo XV, un centro de aprendizaje de técnicas artesanales de elaboración de cerveza. Esta estructura empresarial sirve hoy para resaltar la idea de autenticidad, equilibrio y distinción que Celtic Brew quiere dar a sus cervezas. Así, en la etiqueta de la botella de Finian’s aparecen el dibujo de dos perros wolfhounds, legendarios en la cultura popular irlandesa que estuvieron a punto de desaparecer, y que hoy, al igual que la cerveza artesana tradicional, vuelven a poblar, protegidos, los campos de Irlanda.
La cata
Finian’s es una cerveza con bastante cuerpo y con un marcado color rojizo. Este color viene del uso de maltas caramelo, que además le confieren un sabor malteado, mientras que su amargor proviene del uso de lúpulo “Alfa Super Styrian”. Al final de la cocción también se le añade lúpulo “Cascade” y “East Kent Goldings”. Las resinas de estos lúpulos son especialmente volátiles, lo que hace que al agitar la cerveza, nada más servirla, se aprecie un agradable aroma floral. Es una cerveza carbonatada de forma natural, con anhídrido carbónico no inyectado, lo que hace que tenga unas burbujas muy pequeñas y finas que hacen posible apreciar mejor su gran sabor. Y la levadura ha sido seleccionada para dar un toque afrutado que complemente los lúpulos aromáticos.
Todo esto hace que sea una cerveza que acompaña muy bien las comidas, sobre todo las carnes rojas.