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Moët Hennessy España convocó, en el hotel Villa Magna de Madrid, a un nutrido grupo de profesionales de la enología, restauradores, sumilleres y prensa especializada para participar en la cata-degustación de su gama de whiskies de malta Glenmorangie y Ardbeg. Para la ocasión se desplazó desde Escocia Bill Lumsden, máximo responsable de la elaboración de todos los whiskies de ambas marcas, quien dirigió la cata de forma amena e instructiva junto con Natalie Leendes, “Brand Manager” de Glenmorangie y Ardbeg. El éxito de la Destilería Glenmorangie reside en el mimo que se aplica en todas las fases del proceso que se sigue para destilar este aguardiente, desde el agua que brota de los propios manantiales de esta firma escocesa hasta el roble americano, utilizado para las barricas, proveniente de los árboles plantados en las montañas de Orzak (Missouri). El whisky de la Destilería Ardbeg goza de un reconocido prestigio por ser uno de los maltas más equilibrados de la isla escocesa de Islay. Este espirituoso es fruto de la unión apasionada del mar y de la turba, que lo convierte en un malta “marino” con una exquisita y rara elegancia. Los catadores pudieron degustar y apreciar las diferencias entre el Glenmorangie de 10 años y el de 18, el acabado en madera de Oporto y el Ardbeg 10 años.