Utilizamos cookies propias y de terceros, así como los datos de la conexión del usuario para identificarle. Estas cookies serán utilizadas con la finalidad de gestionar el portal, recabar información sobre la utilización del mismo, mejorar nuestros servicios y mostrarte publicidad personalizada relacionada con tus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos y el análisis de tu navegación (por ejemplo, páginas visitadas, consultas realizadas o links visitados).
Puedes configurar o rechazar la utilización de cookies haciendo click en "Configuración e información" o si deseas obtener información detallada sobre cómo utilizamos las cookies, o conocer cómo deshabilitarlas.
La novedad, en este caso, no la constituyen solo los vinos sino la propia bodega que los ve nacer. Es obra de Yolanda Piñero y Álvaro Alvear que, desde hace unos años han trabajado en privado y en público en defensa de un nuevo rostro para los vinos extremeños y en apoyo de la emergente D.O. Ribera del Guadiana. El resultado son dos tintos del 99, uno ensamblado de Cabernet Sauvignon y Syrah y otro varietal de Tempranillo. Proceden de viñedos de Tierra de Barros, y son la muestra de lo que promete el viñedo de la finca Viña Santa Marina, donde además de la tríada que se encierra en las botellas han plantada Merlot y algunas curiosidades para personalizar en el futuro sus elaboraciones.
La viña se extiende al pie de la Sierra de Lamoneda en un terreno con residuos de la mole granítica, y enmarcado en el hermoso paisaje característico de la zona, bosques de encinas y alcornoques perfumados de jara y coloreados con brezo. Y en el centro del viñedo, un cortijo blanco, resplandeciente, se integra en el paisaje y acoge una bodega pensada hasta el último detalle, tan estética como racional y funcional: depósitos de acero, la última tecnología y barricas nuevas, el doble de roble francés que de americano. Los vinos están diseñados con talante moderno, reflejo de la formación de los autores: ricos en taninos, exhiben un aroma complejo, y al paladar son equilibrados y persistentes.