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La bodega Benito Escudero Abad tiene una larga tradición en la elaboración de espumosos. Él, el abuelo de la generación que hoy dirige la empresa, fue el segundo bodeguero riojano en implantar el método champenoise. Y con las variantes que impone la técnica, así se sigue haciendo. Los vinos proceden de Chardonnay y Viura, de sus viñedos de Gravalos, que fermentan en barricas de roble americano y permanecen allí, sobre sus lías, hasta el momento del tiraje. El resultado se llama Dioro Baco Extra Brut. Sus aromas recuerdan esas lías y levaduras, y el vino se enriquece en la nariz con un fondo vegetal, herbáceo, limpio; y en el paladar, con notas almendradas y la frescura de una fina burbuja. La bodega, conocida también por sus tintos Valsacro, elabora anualmente 100.000 botellas de cava, lo que le sitúa en la cabeza de Rioja y más allá de muchos pequeños cavistas catalanes, algo que, junto con la degustación, también supone una sorpresa para el buen bebedor.