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El tinto del afamado enólogo Fructuoso López se presentó en Alcázar de San Juan, como profeta en su tierra, que ya es difícil. Justo López Carreño, cronista de la ciudad, y Santiago Ramos, poeta y amigo, se unieron al evento, que atrajo a buen número de paisanos. El escenario, la surtida tienda de Antonio Ortega donde se pudieron degustar las excelentes cualidades de este vino, bien acompañado con buenos aperitivos y finos “delicatessen”. Procede únicamente de un viñedo viejo, apenas diez hectáreas plantadas de Tempranillo, que el buen oficio de Fructuoso ha sabido encauzar y criar en barricas nuevas. Sólo seis meses en roble, lo que deja que la expresión pura del fruto se aprecie con nitidez. La producción es de 10.000 botellas.