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Tras 18 años, todos los vinicultores de Chianti Classico pueden lucir en sus botellas el gallo negro. Así era antaño, hasta que el «Gallo Nero» se convirtió en marca y costaba dinero. No todos los miembros de la Asociación de vinicultores Vino Chianti Classico querían pagar, surgiendo por consiguiente una segunda asociación llamada «Consorzio Marchio Storico- Chianti Classico», que se hizo con los derechos del logotipo. El resto de vinicultores tuvo que contentarse con la banderola DOCG.
Ante la crisis que sacude a la región, los dos consorcios volverán a actuar juntos bajo el logo del gallo negro. Según explica Giovanni Ricasoli Firidolfi, presidente del Consorcio Marchio Storico: «Sólo hablando con una sola voz podemos fortalecer nuestra posición en el mercado».
