- Redacción
- •
- 2005-06-01 00:00:00
La misma pasión que recorre el sector vitivinícola empieza a contagiar al mundo del aceite. Hoy por hoy, los elaboradores de aceite han conseguido elevar el listón de los aceites de oliva virgen que, como el presente, es el verdadero zumo de olivas maduras, sin más intervención que los avances tecnológicos que permiten minimizar la pérdida de las propiedades de las aceitunas que se molturan. La procedencia de las olivas, los factores climatológicos de dichos lugares y el tipo de elaboración influyen en las características que presentan, y su sabor depende de todos estos factores y de cómo se han relacionado entre sí. Pero si antes el acento estaba puesto en las almazaras, hoy, cada vez más, se mima el olivar, puesto que del correcto cultivo se obtiene un fruto idóneo para el aceite de alta gama. Se eligen con sumo cuidado las variedades de aceituna, buscando que sus características definan el aceite a elaborar. El aceite de oliva virgen extra es el zumo extraído de una fruta fresca. Como tal, para asegurar su conservación y su correcta apreciación sólo hay que vigilar los siguientes aspectos: sólo cuando los alimentos «flotan» en abundante aceite en la sartén, absorben menos grasa y no se apelmazan; el punto de fritura fluctúa alrededor de los 180° C, que es justo antes de que comiencen a emerger a la superficie tenues columnas de humo; los alimentos deben freírse en tandas para no rebajar la temperatura del aceite; y al concluir la fritura conviene filtrarlo para que las partículas que han quedado atrás no se quemen en la próxima fritura, lo que daría malos sabores en frituras sucesivas. El aceite de oliva ofrece un magnífico rendimiento y resiste sin degradarse reiteradas frituras, pero no debe utilizarse más de cuatro o cinco veces si se desea evitar su deterioto prematuro. Calidad avalada por El Corte Inglés En el aceite marca El Corte Inglés del Club del Gourmet se han unido las variedades de tres de los más prestigiosos olivares de la Península, para crear una mezcla que ofrezca una personalidad y calidad más que destacables. Así, el aceite revela un ensamblaje perfecto entre las variedades “arbequina” de la zona del Alt Empordà en Girona y del Valle de Queiles en Navarra, con la “picual” de Toledo, concretamente de Malpica de Tajo. La primera es una prestigiosa aceituna de reconocida calidad que, junto con la picual, que alcanza gran finura en estas latitudes, da un aceite sedoso y suave, muy limpio en nariz, con las características notas de tomates verdes, hierbas frescas y un ligero toque almendrado. La magnífica boca, agradable, amable y dulce, le hacen un aceite idóneo para sazonar y condimentar en crudo, porque permite que podamos apreciar toda su poderosa intensidad. Verdadero oro verde, el aceite mejora gastronómicamente los alimentos y permite alcanzar el punto óptimo en numerosos platos y preparaciones de nuestra mejor cocina.